La Reserva Federal estadounidense aumentó este miércoles en un cuarto de punto porcentual sus tasas de interés, para llevarlas a un rango de 5,25-5,50%, un máximo en 22 años, tras una pausa en su reunión anterior.
Los directivos del banco central no precisan en su comunicado si piensan volver a subir las tasas en los próximos meses o si este incremento, el undécimo desde marzo de 2022, es el último del actual ciclo de ajuste monetario.
La Fed explicó que los indicadores más recientes apuntan a que la actividad económica se ha expandido a un “ritmo moderado”. Pese a que la creación de puestos de trabajo ha sido “sólida en los últimos meses” y la tasa de desempleo ha permanecido baja, “la inflación continúa elevada”.
Destacó que el sistema bancario es fuerte y resistente, aunque consideró que es probable que las ajustadas condiciones de crédito para las familias y empresas “pesen” sobre la actividad económica, las contrataciones y la inflación. “El alcance de estos efectos sigue siendo incierto. El Comité (Federal del Mercado Abierto) permanece muy atento a los riesgos de inflación”, señala el texto.
La Fed remarcó que su objetivo es lograr el máximo empleo y una tasa de inflación del 2% en el largo plazo y que, debido a ello, ha decidido retomar las subidas de los tipos.
De cara al futuro, anticipó que seguirá evaluando los datos e implicaciones de sus medidas, además de tomar en cuenta el endurecimiento acumulado de su política monetaria, el retraso de sus efectos sobre economía y la inflación, y la evolución económica y financiera.
Además, “el Comité seguirá reduciendo su tenencia de valores del Tesoro y la deuda de las agencias y de los valores respaldados por hipotecas”, reveló.
La Fed adelantó que seguirá analizando los datos que le lleguen sobre las perspectivas económicas del país y posibles riesgos que puedan surgir para ajustar su postura monetaria.
Tal como esperaban los mercados, la subida de tasas se ubicó en el nivel más bajo del espectro posible. Este mecanismo de lucha contra la inflación, consiste en encarecer el crédito y desalentar así el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza.
Esta estrategia parece dar frutos: la inflación cayó en junio a su nivel más bajo desde marzo de 2021, para colocarse en 3% a 12 meses, según el índice de precios al consumidor (IPC). Sigue, de todos modos, por encima del objetivo de la Fed, de 2%, considerado un nivel sano para la economía.
La Fed, de todos modos, privilegia en su consideración otra medida de la inflación, el índice PCE, cuyos datos para junio se conocerán el viernes.
Las tasas se ubicaban en niveles próximos a cero para estimular la economía durante la crisis por la pandemia del Covid-19, hasta marzo de 2022, cuando la Fed comenzó a subirlas ante una inflación en alza que marcó máximos en 40 años.
Después comenzó a apretar el acelerador y realizó cuatro subidas de 75 puntos básicos. En diciembre aumentó medio punto y este año comenzó a ralentizar el ritmo con tres alzas de 25 puntos básicos.
FOTO DE ARCHIVO: Un guardia de seguridad frente a una sucursal del First Republic Bank en San Francisco, California
La relajación del ritmo se hizo más necesaria tras la incertidumbre desatada en el sistema bancario por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank y el rescate del First Republic Bank, que las autoridades estadounidenses lograron contener.
El mercado laboral sigue siendo fuerte, y en junio se crearon 209.000 empleos netos, mientras que la tasa de desempleo bajó una décima hasta situarse en el 3,6 %.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que “no es momento” para que la Fed y el Banco Central Europeo (BCE) empiecen a relajar su política monetaria, porque la inflación está aún lejos de los objetivos del 2 %.
El mercado espera además los datos del PIB estadounidense para el segundo trimestre el jueves por la mañana. La expectativa es de un crecimiento de 2% en proyección anual (la tasa proyectada si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición).
El FMI, que publicó el martes sus previsiones mundiales de crecimiento actualizadas sobre las últimas de abril, anticipa un crecimiento de la mayor economía mundial de 1,8% este año.
(Con información de AFP y EFE)
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