Sergio Massa llega al final de la campaña con la convicción de que ingresará a un balotaje con Javier Milei (Twitter: @Kicillofok)
Sergio Massa empezó a desandar el tramo final de un largo camino. Mantiene viva la esperanza de ser presidente de la Nación y de dar un golpe electoral en un contexto extremadamente complejo. Es ministro de Economía de un país que tiene un 138% de inflación interanual.
Argentina's Economy Minister and presidential pre-candidate Sergio Massa of Union por la Patria alliance speaks on stage at his campaign headquarters during a primary election night event, in Buenos Aires, Argentina August 14, 2023. REUTERS/Mariana Nedelcu
Aún así, y después de explicar en reiteradas oportunidades que tomó el control de la gestión económica en un momento crítico, está convencido de poder definir la elección en el balotaje. Tiene argumentos y motivos. Aparece segundo en las encuestas y su principal rival parece ser Javier Milei, dueño del fenómeno libertario, del que nadie sabe si tocó su techo o no en las PASO.
El candidato de Unión por la Patria (UP) afronta los últimos días de la campaña electoral sin la presencia de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Una situación similar a la que ocurrió en la antesala de las elecciones primarias. Massa buscó despojarse de los resultados negativos de la gestión del Presidente y el abultado rechazo que genera la Vicepresidenta. Lo hizo con el guiño de ambos que, con maneras y circunstancias distintas, están en retirada del primer plano.
Esta tarde Massa cerrará la campaña en Avellaneda junto a Axel Kicillof. CFK no estará en el acto. Su ausencia es explicable en términos electorales. La estrategia peronista indica que el ministro de Economía debe aislarse del pasado reciente de la gestión. Y en ese lugar abstracto está la figura todopoderosa de la Vicepresidenta.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner se hicieron a un lado del proceso electoral y dejaron a Massa en el centro de la escena
El municipio de la tercera sección electoral es uno de los que Cristina Kirchner ha visitado en más oportunidades en los últimos años. De estrecha relación con Jorge Ferraresi, uno de los pesos pesados del conurbano, de relación distante con La Cámpora, siempre ha visitado esa localidad porque es una de las que concentra mayor cantidad de adhesiones a su figura. En ese marco, su ausencia es significativa. Expone las necesidades de la campaña y las debilidades de su liderazgo.
La Vicepresidenta le ha brindado todo su apoyo a Massa en reiteradas oportunidades. Ese es el argumento que usan en el kirchnerismo para explicar su ausencia, bajo una frase que ya está desgastada: “Si está, porque está, si no está, porque no está”. Lo cierto es que el kirchnerismo ya ha dado muestras de que respalda la candidatura del ministro de Economía. Han pedido el voto sin concesiones. No está en discusión.
En las últimas horas de la campaña tampoco estará Alberto Fernández, que se encuentra en China, encabezando la última visita oficial de su gestión. Después de años desgastantes e internas feroces, el Presidente concentra sus energías en el cierre de su gobierno. Lejos de la campaña y aislado de la toma de decisiones estratégicas. Su jugada en soledad para denunciar a Javier Milei - lo que generó el enojo de Massa - expuso su endeble poder. El fin de ciclo es abrumador.
Los gobernadores peronistas le dieron un fuerte respaldo político a Massa en el segundo tramo del proceso electoral
Massa se apoya en el resto del peronismo, muy presente en el segundo tramo de la campaña. Sobre todo en los gobernadores del PJ, los movimientos sociales y la CGT. Los mandatarios le han dado muestras de apoyo en los últimos días y buscan ser el sostén principal de una eventual gestión.
El riojano Ricardo Quintela le habló a los habitantes de su provincia y les hizo un pedido sencillo: “Massa necesita el respaldo de cada riojana y riojano”, les dijo. El tucumano Juan Manzur jugó más fuerte. “Vamos a aportar los votos necesarios para que Massa sea presidente”, sentenció.
El sanjuanino Sergio Uñac afirmó: “Massa tiene la experiencia necesaria. Conoce cada rincón de la administración pública”. Mientras que el catamarqueño Raúl Jalil indicó que “Massa es el único candidato real, conoce el país y no es una construcción virtual”. Muestras de apoyo públicas que escasearon antes de las elecciones primarias.
Sergio Massa transita los últimos días de campaña absorbiendo la mayor parte de las actividades de gestión (EFE/Diego Haliasz)
Los gobernadores se comprometieron a movilizar al máximo a maquinaria electoral del interior. Principalmente en el norte grande, donde Milei logró una performance destacada y le quitó votos al peronismo. El domingo a la noche se verán los resultados. En el búnker oficialista aspiran a lograr una recuperación en el norte y balancear la mala elección proyectada para el centro del país.
Ayer Massa anunció, junto al ministro de Turismo, Matías Lammens, que buscarán convertir en ley el Previaje, una de las políticas estatales mejor vistas del Gobierno. El ministro de Economía concentró los anuncios de gestión de los últimos meses y ayer fue una nueva muestra de esa centralidad. Esta semana puede haber algún anuncio económico más y desde el Palacio de Hacienda seguirán impulsando operativos en cuevas financieras que operan con el dólar blue.
Al igual que en las últimas semanas, será el eje de la gestión oficialista, con lo bueno y lo malo que implica ocupar ese lugar, teniendo en cuenta que el gobierno nacional tiene altos niveles de rechazo en todas las encuestas. Pero, al mismo tiempo, esa centralidad plena le permite mostrar que puede construir un nuevo liderazgo dentro espacio político, si deja atrás las ruinas de la gestión del Frente de Todos y logra llegar a la Casa Rosada.
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