01 NOV | 17:43

Macri y Bullrich opacaron a Milei en la campaña

En La Libertad Avanza buscan revertir la dinámica para el tramo final. Tras el rally de apariciones de los líderes del PRO, los libertarios pidieron que eviten copar la escena hasta el balotaje. Por Brenda Struminger
"No nos conviene”, explican. El freno se suma a los reparos sobre un co-gobierno. Cómo es el vínculo subterráneo entre los consultores políticos de ambas fuerzas
 
 
El incipiente pacto entre Javier Milei y Patricia Bullrich, firmado hace exactamente una semana, empezó a los tumbos. Los ex rivales de las PASO y las Generales se aliaron en tiempo récord y provocaron un tembladeral en ambos espacios. Así, en los primeros siete días, la convergencia entre sus equipos estuvo lejos de correr sobre rieles.
 
Javier Milei, candidato a presidente por La Libertad Avanza. (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni)
 
 
Esa falta de coordinación provocó ciertos resquemores y suspicacias, al punto de que las repetidas apariciones de Mauricio Macri y Bullrich en distintas señales de TV durante los últimos días fueron consideradas excesivas por parte de los libertarios, que les pidieron a los referentes del ala de los halcones de PRO que hasta el balotaje bajen el nivel de exposición y les advirtieron que no necesitan que otros referentes amarillos salgan a respaldarlos. El llamado de atención al macrismo fue en buenos términos, pero concreto, revelaron en LLA.
 
 
Desde el PRO confirmaron el pedido, que se produjo en paralelo a la reunión entre los consejeros de Milei, Guillermo Francos, Guillermo Ferraro y Sandra Pettovello -que irían, respectivamente, a Interior, Infraestructura y Capital Humano-; y los dos enviados de Bullrich y Macri, Paula Bertol, encargada de cuidar los votos para la ex ministra de Seguridad; y el amigo del ex presidente, José Torello -cuya presencia provocó ruido en el bullrichismo-, para empezar a coordinar el operativo de fiscalización.
 
 
“Ya fue suficiente, demasiado no nos conviene”, dijo un alto referente libertario, fastidioso al ver que los principales dirigentes del PRO se ubicaban en el centro de la escena política y dejaban a los libertarios a un lado, algo opacados. Pero, además de mirar por encima de la medianera, deslizó una crítica para los propios: “Igual, si no podemos lograr nosotros esa centralidad, seguramente algo mal estamos haciendo y tendremos que revisarlo”.
 
 
“La gente de Macri no va a hablar más. Eso es lo que esperamos y les pedimos. No nos conviene, Macri nos resta votos”, agregaron, preocupados por los votantes moderados que en las Generales votaron a Juan Schiaretti, a la izquierda, e inclusive a Bullrich y ahora, si bien no quieren votar a Massa, dudan de Milei y podrían volcarse por el voto en blanco.
 
 
En el macrismo no tomaron mal el mensaje y les transmitieron que harán caso a la solicitud. Inclusive, varios dirigentes que están incómodos con la alianza respiraron aliviados. “Casi nadie tiene ganas de salir a bancar a Milei, así que nos hacen un favor”, dijo un referente de la primera hora del mundillo de Bullrich.
 
 
Los halcones están pagando caro en sus entornos políticos, pero también personales, el costo de aliarse con un candidato disruptivo que tiene en sus filas a dirigentes que cuestionan al feminismo, a la comunidad LGTB, que azuzan la teoría de los dos demonios, que plantearon la ruptura de relaciones con el Vaticano y criticaron con dureza al papa Francisco, o pregonan sobre las ventajas de la venta de armas. Se “tragaron el sapo” en pos de “terminar con la decadencia” que, según ellos, representa el kirchnerismo, aunque en una nueva versión, con Sergio Massa como líder. Con el agravante, sostienen, de que el tigrense es “mucho más vivo” que “los pibes de La Cámpora” y que si gana, con su agudeza para la rosca política, tendrá muchas posibilidades de quedarse en el puesto “por 20 años”.
 
 
Acorralados y forzados a “optar” -remarcan la diferencia con “elegir”- también desde las filas macristas insisten en que la colaboración estará acotada a la fiscalización, y advierten que no aportarán recursos económicos. “Les vamos a pasar las planillas con nuestros voluntarios, y con los fiscales a los que les pagamos. Ellos tuvieron 18 mil, nosotros podemos darles 100.000. Pero no va a pasar de eso. La recaudación la hacen ellos, sería inconducente que pidamos para una campaña que no es nuestra”, sostienen en el PRO.
 
 
Más allá de la reunión pública entre los alfiles de las fuerzas políticas, hay contactos tras bambalinas. Los principales asesores de campaña de Milei y Bullrich, Santiago Caputo y Diego “Derek” Hampton, se pusieron en sintonía la semana pasada, aunque en LLA aseguran que no coordinaron ni coordinarán acciones proselitistas.
 
 
El contacto fue natural. Son amigos desde hace 15 años y trabajaron juntos en varios proyectos, incluida la campaña de Macri entre 2011 y 2015. Se conocieron en Washington, cuando Hampton estudiaba en The George Washington University-; trabajaron con el consultor Jaime Durán Barba; y compartieron varios proyectos de consultoría política para candidatos de otros países de América Latina después de alejarse del “gurú” ecuatoriano, aunque en LLA aseguran que no tuvieron una sociedad privada en conjunto.
 
 
El candidato a presidente y ganador de la primera vuelta en la elecciones presidenciales, Sergio Massa (EFE)
 
 
Entraron en contacto por fuera de su vínculo personal después del pacto entre PRO y LLA para “ponerse a disposición” en el cambiado contexto político, que unió sus caminos nuevamente. Pero los libertarios insisten en que no habrá campaña conjunta. “A nosotros nos gusta el apoyo incondicional de Patricia. Por más diferencias que haya, todos nosotros queremos que la Argentina mantenga este rumbo de trabajo para alejarnos de la decadencia”, dijo uno de los principales asesores libertarios. Pero quieren manejar la campaña sin intromisiones y negaron que las críticas al Gobierno por la falta de nafta de parte de Milei y Bullrich, el sábado, desde dos estaciones de servicio distintas, haya sido coordinado. “Esto no es ciencia cuántica, criticar a Massa por la nafta es de sentido común”, alegaron.
 
 
La exigencia sobre la locución de la breve campaña, que se termina en poco más de dos semanas, se suma al acuerdo, sellado de palabra en la casa de Macri, para evitar hablar de cargos o de un eventual co-gobierno. Y tanto Macri como Bullrich, al igual que Milei y sus voceros designados lo respetaron. No obstante, en ambos campamentos admiten, muy por lo bajo, que si le ganan a Massa es una obviedad que compartirán el botín del Estado. En el PRO hablan de repartir dos ministerios importantes para cada referente: dos para “Mauricio” -uno de ellos Justicia-, dos para “Javier” -”Economía e Interior son innegociables”- y dos para “Patricia”, -Seguridad y Defensa-, mientras que la Cancillería e Infraestructura se negociarían. Este esquema cual provocaría ruidos serios con la compañera de fórmula de Milei, Victoria Villarruel, a quien le habían prometido controlar tres de esas áreas. Los libertarios se dedican a negar a rajatabla estas proyecciones. “El apoyo es incondicional”, repiten, para calmar los ánimos internamente.
 
infobae.com

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