...que llega a la sociedad.
Por Oscar Vigna
La precarización laboral, la brecha salarial y las complicaciones que evidencian muchos medios de comunicación para sostenerse han agravado de manera estructural la profesión. Además, la coyuntura impone el multitrabajo: los colegas son empujados a peregrinar por varios empleos para garantizar condiciones mínimas de subsistencia.
La situación es más palpable en el interior del país, ya que los medios de comunicación locales tienen menos opciones de financiamiento. Sin medios locales independientes y fiables, la desinformación crece y fluye con mayor anarquía a través de las plataformas digitales.
En este caótico ecosistema informativo actual, los periodistas representan un reaseguro de lo que circula en las redes, porque difunden información debidamente chequeada y trabajada bajo estándares profesionales.
Si bien FOPEA no es una entidad gremial, resulta vital reactivar el “Observatorio y alerta laboral de periodistas”, con la misión de recopilar datos y visibilizar las condiciones laborales de los colegas.
El daño que ocasiona la precariedad laboral es padecido por los periodistas pero también por las sociedades en las que se desempeñan.
Un periodismo vulnerable deja en un estado de indefensión a los profesionales frente a las presiones del poder. Cualquier democracia asentada necesita de un sistema apartidario de medios públicos y de sólidos medios privados.
Un sistema democrático necesita información, y para ello son necesarios medios independientes y periodistas bien pagados, no expuestos a situaciones de indignidad.