25 ABR | 19:14

Juicio por abuso sexual contra Alperovich

Declaró Manzur y negó “operaciones políticas” en contra del imputado. El senador por Tucumán dio su testimonio en la décima audiencia del proceso que se le sigue al tres veces...Por Tomás Martino
...gobernador provincial. Dijo conocer a la denunciante y afirmó no haber visto al acusado cometer maltratos
 
José Alperovich, exgobernador de Tucumán, enfrenta un juicio por abuso sexual. Foto: Franco Fafasuli
 
En el marco de la décima audiencia del juicio que se le sigue a José Alperovich (69) por abuso sexual contra su sobrina y excolaboradora, declaró el senador nacional Juan Manzur (55), quien dio cuenta de su larga relación con el imputado y los motivos de la ruptura que tuvo con él en el 2019 para disputar la gobernación tucumana. A su vez, afirmó que nunca vio que el acusado haya “maltratado” a alguna mujer ni “ejercido poder con fines sexuales”. Negó también conocer sobre alguna “operación política” para generarle desprestigio al tres veces gobernador de Tucumán.
 
 
El senador Manzur fue convocado por la fiscalía y la querella para dar testimonio por medios virtuales ante el juez Juan Ramos Padilla, titular del Tribunal Oral Federal 29. Allí precisó su vínculo con Alperovich, de quien recordó que “fui funcionario y luego su vicegobernador”. Y agregó: “En 2015 llegué a la gobernación de la provincia. A partir del año 2017, por diferencias políticas, nos distanciamos, siendo él mi contrincante en el 2019 como candidato a gobernador. Desde entonces hasta la actualidad no tuvimos relación”.
 
“De la denunciante tengo un recuerdo vago. La habré visto dos veces en Casa de Gobierno -ella trabajaba en el Ministerio de Gobierno de Tucumán antes de ser secretaria de Alperovich-, y alguna vez en el departamento que José tenía o tiene en Capital Federal… Entre ellos había una relación normal. Nunca vi ninguna situación que me llame la atención. Ella era una colaboradora de José”.
 
 
 
Declaró el senador nacional Juan Manzur en el juicio por abuso sexual contra Alperovich (Foto: NA)
En rigor, la denunciante -F.L.-, de entonces 29 años, hija de un primo hermano del exsenador, empezó a trabajar con Alperovich como asistente privada a fines de 2017 mientras él ejercía la senaduría nacional tras ser electo en 2015. El 24 de mayo de 2019 la joven presentó su renuncia. A fines de ese año, publicó una carta donde acusó de abuso sexual a su exjefe, quien pidió licencia sin goce de sueldo en la Cámara Alta.
 
Alperovich, en tanto, fue aliado de Manzur hasta que en junio de 2019 decidió competir contra él para regresar al Poder Ejecutivo provincial. Allí se produjo el cisma: Manzur buscó su reelección -era gobernador desde 2015- y ganó con ventaja. F.L. trabajó para la campaña proselitista que llevó a cabo el imputado para regresar a la gobernación.
 
 
En ese marco, el actual senador justicialista negó haber visto alguna vez que Alperovich “haya maltratado a alguna mujer o ejercido poder con fines sexuales”. Además, ante una pregunta del defensor Augusto Garrido, dijo no saber “de operaciones políticas” para ensuciar la imagen del acusado, que es una de las teorías que manejan el acusado y su entorno respecto a la denuncia en su contra. Para ellos, la imputación forma parte de una estrategia política “orquestada por la oposición”.
 
 
Por otra parte, el fiscal Sandro Abraldes le consultó a Manzur acerca de una entrevista que le hizo La Gaceta Online a Alperovich en abril de 2019, donde el entrevistado le hizo una serie de comentarios a la periodista como “no te sale hacerte la mala” o “preciosura” por los cuales fue repudiado públicamente. “Recuerdo vagamente esa entrevista. Fue muy cuestionada en todos los medios de Tucumán. Obviamente, ahí el senador Alperovich tuvo algunas frases que no las recuerdo, que fueron muy mal tomadas, refiriéndose a la periodista. Fue una contestación que estuvo muy fuera de lugar”, respondió el ex jefe de Gabinete de Alberto Fernández desde un domicilio en la Ciudad de Buenos Aires.
 
“¿Usted sabe los hechos que se debaten en este juicio?”, interrogó la fiscalía. “Sí -respondió Manzur-, sé de qué se lo está acusando a Alperovich, pero no conozco el trasfondo. Me enteré por los medios periodísticos cuando el caso tomó público conocimiento. Obviamente, José es un hombre extremadamente público, y una denuncia de estas características causa muchísimo impacto. La difusión ha sido importante”.
 
Y añadió: “Creo que la denuncia tiene un altísimo impacto por los hechos que se denuncian: la agresión a una mujer causa un impacto muy grande. ¿Qué implicancias pudo haber tenido en ella? Debe ser una situación muy difícil para la denunciante. Muy dolorosa”.
 
Otra de las coartadas defensivas apunta a la relación afectiva que mantuvo en 2018 la sobrina del imputado con el concejal de San Miguel de Tucumán David Mizrahi, a quien la defensa le atribuye estar detrás de una “maniobra” para desprestigiar al exsenador, en tándem con el actual diputado nacional Carlos Cisneros, un hombre de peso dentro de la Asociación Bancaria de Tucumán. Bajo ese contexto, el juez Ramos Padilla le preguntó a Manzur: “¿Supo de algún vínculo entre la denunciante y Mizrahi?”.
 
“Sé que en algún momento habían tenido una relación o vínculo afectivo. No tengo pruebas de esto porque no lo sé, pero es lo que se comentaba en el ámbito de la política. Eran todos comentarios de pasillo. Mizrahi siempre fue un dirigente político de nuestro espacio, del peronismo, luego terminó formando parte de nuestra estructura política”, comentó.
 
 
A su término, se acercó a declarar al recinto el ministro de Gobierno y Justicia de Tucumán, Regino Amado, mano derecha del actual gobernador Osvaldo Jaldo. En un testimonio que duró 40 minutos recibió preguntas de todas las partes y aseveró conocer a la denunciante, quien antes de “manejar la agenda” de Alperovich se desempañaba como planta permanente del ministerio de Gobierno de Manzur, a cargo en ese momento de Amado. En esa línea, negó haberle exigido a F.L. la renuncia cuando ella se fue a trabajar en la campaña electoral del acusado y se produjo el conflicto con el entonces gobernador tucumano. Dijo además que en el caso de que ella hubiese decidido volver a su puesto laboral “no habría tomado ninguna represalia” por su decisión de acompañar a Alperovich.
 
Esos detalles vienen a cuenta de una pregunta que se realizó el mismo imputado durante su exposición en la primera jornada del debate oral: “Si yo la sometía y humillaba, ¿por qué no volvió a su trabajo anterior?”, indagó.
 
Luego de Amado, declaró Dante Loza, candidato a legislador provincial en 2019 por el espacio de Alperovich. Durante su testimonio recordó el momento cuando, a fines de 2017, se sumó F.L. a la estructura del entonces senador nacional. “Yo no la conocía, no sabía de dónde venía. Después se fue haciendo más asidua su concurrencia y terminó formando parte del equipo de trabajo”. Y abundó: “Mi relación con ella era muy buena, se encargaba de coordinar todas las acciones de la campaña. Salíamos en una combi por toda la provincia, que se usó hasta que entramos en periodo electoral, donde la rivalidad con el gobernador Manzur se hizo muy fuerte y nos la retiró. Ahí empezamos a viajar en nuestros vehículos, que iban siempre completos”.
 
 
“¿Cómo era el trato de Alperovich con su entorno durante la campaña?”, indagó la querella encabezada por Pablo Rovatti y Carolina Cymerman. “El trato era bueno, cordial, y cuando fue avanzando la campaña se tornó fragoso, con mucho nervio. Evidentemente había situaciones de algunos nervios, teníamos muchísimo trabajo. (...) -Al imputado- en ocasiones se lo veía bien, y en otras, más nervioso. Ya próximos a la contienda electoral empezamos a recibir números que hicieron que los nervios subieran. Había de pronto fricciones, idas y vueltas. Pero considero que era propio de lo que estábamos viviendo”.
 
“Sí vi cruces y desavenencias -dijo en su interrogatorio-, pero nada con connotaciones sexuales. Vi momentos donde había muchos nervios, donde Alperovich podía contestarle mal a mí o a otras personas, pero no vi agresiones”.
 
La acusación que impulsa el fiscal Abraldes desde el pasado 5 de febrero sostiene que el exdirigente cometió tres hechos de abuso sexual -dos de ellos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en las ciudades de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, y en un departamento de Alperovich en el barrio porteño de Puerto Madero. Todos esos sucesos habrían sido perpetrados “mediante abuso de poder y autoridad” y generando un “sometimiento sexual ultrajante” a la víctima.
 
Por otro lado, el debate oral ya recibió más de la mitad de los 86 testigos ofrecidos y está previsto que finalice antes de la feria judicial de la segunda quincena de julio. Salvo la primera jornada, el imputado acompañó el proceso por videollamada desde su casa en Tucumán. La próxima audiencia se llevará a cabo el lunes 6 de mayo a las 10 de la mañana.
 
infobae.com

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