... y una fuerte recesión. El Congreso aún no aprobó un solo proyecto oficial y no está claro el objetivo final de la política monetaria
Milei, en su primer discurso presidencial, de espaldas al Congreso y de frente a la Plaza, en un anticipo de su estilo de liderazgo
1-Discurso inaugural: Milei avisó
De espaldas al edificio y de cara a la Plaza del Congreso, en su primer discurso como presidente Milei aseguró que no había alternativa al ajuste y que este impactaría el nivel de actividad, el empleo, los salarios, la pobreza y la indigencia. “Ningún gobierno -enfatizó- recibió una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros. El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávits gemelos, hoy deja déficits gemelos por 17% del PBI, 15% consolidado entre Tesoro y el Banco Central”.
La solución a esa situación, prosiguió, “implica un ajuste fiscal en el sector público del 5% del PBI, que a diferencia de antes, va a caer casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
Además, Milei advirtió sobre el riesgo de hiperinflación: “La inflación -advirtió- hoy ya viaja a un ritmo de 20 y 40% entre diciembre y febrero; nos dejaron plantada una hiperinflación. Vamos a hacer todos los esfuerzos para evitar esta catástrofe que llevaría a la pobreza al 90% y a la indigencia al 50%, no hay solución alternativa al ajuste”. Y será de shock, justificó, porque “todos los programas gradualistas terminaron mal, y los de shock fueron exitosos”.
A seis meses vista, no puede negarse que fue un aviso, que el presidente resumió así en un pasaje clave: “no hay alternativa al ajuste y al shock, naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años, en los que el PBI per cápita ha caído 15% en un contexto donde acumulamos 5.000% de inflación. Hace más de una década que vivimos en estanflación; este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”.
2-Devaluación y primeras medidas
Dos días después del inicio del gobierno, el ministro de Economía Luis Caputo anunció el primer paquete de medidas de emergencia que el gobierno libertario buscaría aplicar de manera inmediata para “evitar la catástrofe”, según las palabras iniciales de Caputo, ese martes por la tarde en un mensaje grabado en dos ensayos en el Palacio de Hacienda.
Con un ojo en la deuda y la inflación, el Gobierno espera USD 800 millones del FMI y un guiño al plan económico
El primer paquete económico tuvo como medidas principales una devaluación, suba de impuestos y medidas de austeridad fiscal rápidas. El tipo de cambio se fijó en los $800, lo que implicaría un salto de casi 120% en comparación con los $366 con el que se despidió el gobierno de Alberto Fernández. Caputo lo justificó como forma de “sinceramiento” cambiario, con una brecha que en ese momento orillaba el 190 por ciento. En paralelo a ese reajuste cambiario, el ministro anunció una suba de la alícuota del impuesto PAIS para las importaciones de bienes y servicios, que tenía esquemas diferenciados hasta ese momento, y fue unificado en 17,5% para todos los casos, como manera de conseguir un refuerzo de recaudación tributaria tras la devaluación. También anticipó un aumento en las retenciones a las exportaciones, pero como ese paso requería el aval del Congreso, finalmente no prosperó.
Ese primer paquete también incluyó la eliminación de las SIRAs -permisos de importación-, el aumento de 100% en la AUH y 50% en la tarjeta Alimentar para paliar la aceleración inflacionaria prevista, un plan para reducir subsidios, la suspensión de obra pública, una reducción de las transferencias a provincias y una reestructuración del Estado con un recorte en la cantidad de ministerios, de 18 a 9 y de secretarías, de 106 a 54. También se anunció la no renovación de contratos en el Estado que tengan menos de un año y la suspensión de la pauta publicitaria.
3-Ajuste fiscal y déficit cero
De fondo, el plan del Gobierno implicaba converger en el primer año de mandato a un superávit fiscal de 2% del PBI, lo que implicaba un ajuste fiscal de 5 puntos del Producto. Una primera hoja de ruta que se planteó Caputo y su equipo.
Para ese programa fiscal agresivo el Gobierno pensó un esquema de “tenazas” compuesto por un baja drástica de algunos gastos y la suba de ingresos fiscales. De ese total a ajustar se estimaba que 2,9 puntos del PBI estaban explicados en recorte de gastos. Subsidios y obra pública aparecieron como las columnas principales de esa poda (0,7% del PBI en cada caso).
Otros dos elementos centrales de ese ajuste serán los 0,5% del PBI que darán la disminución “al mínimo” de las transferencias discrecionales a provincias y un 0,5% adicional de “gastos de funcionamiento” del Estado, que típicamente representa las erogaciones en salarios del sector público. Ya asomaba, también, la intención de recomponer Ganancias, algo que también necesitaba de una ley en el Congreso. Seis meses después, ese contrarreforma todavía no fue sancionada.
Los primeros meses del camino fiscal del gobierno muestran que consiguió, a fuerza de un duro ajuste (en un 50% explicado por licuación de jubilaciones y freno a la inversión pública), un amplio superávit primario, que hasta abril -últimos datos oficiales disponibles- un excedente de 4,1 billones de pesos, que cae a 1,1 billones de pesos al tomar en consideración los intereses de deuda. Así, el Poder Ejecutivo consiguió no solo equilibrar las cuentas sino hacerse de superávit fiscal. Para algunos analistas, desde junio y a lo largo del segundo semestre habrá presiones sobre el gasto que podrían hacer más “corto” ese resultado positivo.
4-Saneamiento del balance del Banco Central
Uno de los objetivos que tuvo la devaluación de diciembre fue la de darle un empuje a las exportaciones, con ese tipo de cambio más elevado, para recomponer las reservas del Banco Central y que al cambio de gobierno se ubicaban entre 10 y 12 mil millones en terreno negativo. Y además, con un marcado déficit cuasi fiscal que hacía que su hoja de balance estuviera deteriorado: un BCRA sin dólares y con pasivos remuneradas a tasas altas.
Con el salto cambiario, así, la autoridad monetaria que conduce Santiago Bausili comenzó a recomponer reservas. Lo hizo también en el marco de otras medidas. La más importante es el sostenimiento de los controles cambiarios. Además, implementó en paralelo a la eliminación de las SIRAs un esquema de pago de importaciones “escalonado” para que evitar una fuga mayor de las divisas.
Por otra parte, puso en marcha un esquema para bajar la altísima deuda importadora heredada a través de novedosos bonos en dólares emitidos por el Central (los Bopreales), que la entidad colocó por USD 10.000 millones. Una última parte de ese instrumento también fue utilizado para “evacuar” parte de los saldos de giros de dividendos pendientes y relegados por el cepo cambiario.
La "limpieza" del balance del BCRA es uno de los frentes en que más avanzó el gobierno
REUTERS/Agustin Marcarian/
La estrategia para sumar reservas fue acompañada por una agresiva política de tasas de interés negativas en comparación con la inflación, de manera tal de que el stock de pesos de la economía -los pasivos remunerados y los ahorros de los particulares- fuesen licuados por efecto de la suba de precios. Así, el BCRA consiguió reducir cerca del 60% de los pasivos remunerados. Parte de ese saldo de pesos, en manos de los bancos, pasó en las últimas semanas a letras del Tesoro, por lo que no se trató de una eliminación de esa deuda sino de un cambio de acreedor.
5-Relación y negociaciones con el FMI
Apenas fue electo como presidente, Milei instruyó a Caputo y a su entonces anunciado jefe de gabinete Nicolás Posse a que inicien gestiones ante el Fondo Monetario Internacional para encarrilar un acuerdo financiero que estaba prácticamente caído y con metas de déficit y acumulación de reservas lejos de ser cumplidas durante los últimos meses del gobierno anterior.
Caputo y Posse tuvieron una primera reunión en Washington con la subdirectora gerente Gita Gopinath y luego las tratativas se mudaron a Buenos Aires algunas semanas después. En los primeros días de enero se llegó a un consenso en el marco de la séptima revisión trimestral, se reajustaron los objetivos fiscales, monetarios y de reservas de acuerdo al nuevo plan económico del gobierno libertario, y se habilitó un desembolso de USD 4.700 millones.
El Fondo Monetario respaldó en términos generales los fundamentos y la dirección del programa económico de Milei y Caputo, aunque hizo objeciones sobre la “calidad” del ajuste fiscal, para que tenga un peso menor sobre jubilaciones y los sectores más desprotegidos de la sociedad. En las últimas semanas la discusión con el FMI migró hacia definir cuáles serán los próximos pasos del plan económico.
Milei y la subdirectora del FMI, Gita Gopinath, en la Casa Rosada
Esta semana el directorio discutirá y aprobará un desembolso de USD 800 millones, pero, de manera más importante, dará a conocer el esperado informe de staff técnico en que blanqueará cuáles fueron las politicas acordadas con el Gobierno para los próximos meses. La negociación ahora versa sobre cuál será el próximo esquema monetario que adoptará el Gobierno, con indicios de que el FMI pulsea por una competencia de monedas o un sistema bimonetario como los que tuvieron Uruguay y Perú, y con menos entusiasmo por una dolarización.
6- Inflación y actividad económica
La inflación y la actividad económica tuvieron efectos contrapuestos como respuesta a la aplicación del plan económico de Milei y de Caputo. Los precios tuvieron una primera escalada como consecuencia de la fuerte devaluación de diciembre y la liberación de precios regulados -entre ellos por la eliminación de Precios Cuidados- y otros como prepagas o combustibles. Así, el primer mes de mandato de Milei terminó con un 25,5% de inflación mensual y 54% de suba de precios mayorista.
A medida que avanzó el fuerte ajuste fiscal y monetario que secó de pesos a la economía, con tasas de interés negativas y un desplome de importaciones, la inflación emprendió un camino de franca desaceleración, con un 20,6% en enero, 13,2% en febrero, 11% en marzo, 8,8% en abril y una inflación de mayo que se espera cercana al 5 por ciento. La expectativa del mercado es que se mantengan en ese rango en los próximos meses y que el 2024 termine con un 146% de inflación, mientras el 2023 había registrado un 211% final.
Después del 25,2% de diciembre, la tasa de inflación bajó mes a mes, pero los precios se adelantaron claramente a salarios y jubilaciones
Como contrapartida, la economía sufrió un fortísimo cimbronazo en sus niveles de actividad. En el primer trimestre del año, según el Indec, el desplome de la actividad fue de 8,4% en relación al mismo trimestre del 2023, de acuerdo al Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE). El consumo, la construcción y la industria asoman como los sectores con mayores impactos de la recesión. El agro, en contraste, mostrará en estos meses una mejora por la comparación con el 2023 de sequía, lo que compensará parte de la contracción del resto de los sectores.
El salario también fue una de las víctimas de estos últimos meses. Según estimaciones de la CTA Autónoma, con los últimos datos consolidados disponibles, entre octubre del 2023 y abril de este año el salario cayó un 12 por ciento. Las jubilaciones también sintieron el impacto: en los primeros 5 meses del año, el jubilado que cobra la mínima terminaría perdiendo un 21,7% del ingreso real de igual periodo de 2023, estimó Nadin Argañaraz. Dos números sensibles como la pobreza y el desempleo aún no tienen datos oficiales desde que comenzó el mandato libertario, pero se espera un deterioro de los indicadores sociales.
7-Rockstar internacional
En sus salidas internacionales Milei pareció más una combinación de rockstar e influencer ideológicamente recargado que un hombre de Estado o gestor de los intereses de su país, aunque esto último es una cuestión discutible. En especial si, como adelantó su jefe de asesores, Demián Reidel, próximamente se anuncia una inversión de más de USD 1.000 millones en la Argentina de alguna de las compañías de alta tecnología con cuyos CEOs y altos ejecutivos el presidente se entrevistó en su última visita a EEUU.
A menos de un mes de asumir, Milei conmocionó a la dirigencia que asistió al Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza. “Estoy acá para decirles que Occidente está en peligro, porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo , y en consecuencia, a la pobreza”, les descerrajó de entrada. Ante un auditorio azorado por la intensidad del orador, Milei criticó el intervencionismo, la dependencia del Estado y el feminismo radical, que consideró un sustituto de la lucha de clases y calificó como “una ridícula pelea entre el hombre y la mujer”.
Elon Musk, en el primero de los dos encuentros que tuvieron. Dos celebridades internacionales
“Buena parte de las ideas aceptadas en Occidente son variantes colectivistas, ya sea que se declamen comunistas, fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, keynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas”, les dijo a miles de empresarios y ejecutivos. Todas sostienen, subrayó, que el Estado debe dirigir la vida de los individuos. “Que nadie les diga -los aleccionó- que su ambición es inmoral. El Estado no es la solución, es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia y sepan que a partir de hoy cuentan con Argentina como un aliado incondicional. ¡Viva la libertad, carajo!”,
En abril, en Texas, Milei se reunió por primera vez con Elon Musk, cofundador de empresas como Tesla, SpaceX, Starlink, Neuralink, The Boring Company y xAI, y dueño de la red social X (antes Twitter), con quien acordó realizar un evento en la Argentina. El presidente hasta ofreció ayuda en un conflicto de Musk en Brasil a raíz de medidas de uno de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de ese país.
Milei volvió a ver a Musk a principios de mayo, en un evento organizado por el Milken Institute, y a fines de ese mes viajó otra vez a EEUU, ahora a Silicon Valley, en Los Angeles, donde se entrevistó con fundadores y CEOs de Meta, Apple, Google y Open AI y postuló a la Argentina como un nuevo “Polo de Innovación Tecnológica”. Resta ver si, como sugirió Reidel, el saldo de esas visitas empieza a traducirse en inversiones.
8-Choques con mandatarios extranjeros
Antes y después de asumir, Milei hizo declaraciones sobre sus pares de Brasil, Lula Da Silva y China, Xi Jinping. Asimismo, tuvo serios cruces con los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Andrés López Obrador, y por ahora cerró su raid de choques con el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, que decidió el retiro permanente de su embajadora en la Argentina. Además, en campaña e incluso como presidente, exhibió su preferencia por el expresidente de EEUU, Donald Trump, que en noviembre competirá en las elecciones de EEUU con el actual jefe de la Casa Blanca, Joseph Biden.
Como candidato, Milei había dicho: “no solo no voy a hacer negocios con China; no voy a hacer negocios con ningún comunista”, posición que suavizó en abril, al ser consultado sobre el tema por la agencia Bloomberg, cuando dijo: “siempre hemos dicho que somos liberales. Si la gente quiere hacer transacciones con China, puede seguir haciendo las mismas transacciones”. En cuanto a Brasil, antes del balotaje que lo consagró presidente, Milei había observado: “No me reuniría con Lula da Silva. Es un corrupto y por eso estuvo preso y es un comunista”. En abril, el mandatario brasileño dijo que recibió una carta del mandatario argentino pero que aún no la leyó.
En marzo, el presidente señaló a su par de Colombia, Petro, como uno de los peores presidentes de América Latina y lo comparó con los mandamás de Nicaragua (Daniel Ortega) y Venezuela (Nicolás Maduro). ”Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista, comunista”, afirmó. Colombia esbozó una respuesta pero con el correr de las semanas el conflicto se enfrió. En mayo, Milei declaró: Tanto el presidente Petro como de nuestra parte entendimos que es mucho más fuerte el lazo entre argentinos y colombianos, y que más allá de algunas diferencias personales, cada uno tiene que respetar lo que tiene que ver con su país”.
Milei y el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, el choque más reciente, que derivó en el retiro permanente de la embajadora española en la Argentina
En el caso de México, luego de que Milei criticara al papa Francisco, López Obrador lo llamó “facho conservador” a lo que Milei respondió: “es un halago que un ignorante como López Obrador hable mal de mí; me enaltece”. El mandatario mexicano redobló la apuesta observando: “Milei afirmó que soy un ‘ignorante’ porque le llamé ‘facho conservador’. Está en lo cierto: todavía no comprendo cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo y que se atrevió a acusar a su paisano Francisco de ser “comunista” y “representante del Maligno en la tierra”, cuando se trata del Papa más cristiano y defensor de los pobres que yo haya conocido o tenido noticia”.
El cruce más reciente fue con el presidente de España, Pedro Sánchez. Milei, en un acto del partido Vox, había acusado de corrupta a la esposa del mandatario español, Begoña Gómez. Ante estas declaraciones y la negativa de Milei a pedir disculpas, Sánchez retiró a su embajadora en la Argentina. No hubo aquí marcha atrás ni paños fríos: Milei volvió a cargar contra Sánchez y lo calificó de “cobarde” y “totalitario”.
Lejos de limitarse a un anecdotario político, la acumulación de choques puede tener consecuencias económicas. “Decir que el socialismo y el comunismo son el cáncer de la humanidad afecta al 80% de nuestros socios comerciales: Brasil, Chile, Colombia, México, en América Latina; Alemania, España y pronto Reino Unido en Europa; China y Vietnam (con el que tenemos un superávit de USD 2.000 millones) en Asia, y además tenemos al mundo árabe, al que le exportamos por USD 8.000 millones, enojado por un alineamiento sobreactuado con Israel”, notó a Infobae un experimentado diplomático, partidario de “desideologizar la política exterior”.
De hecho, según los datos del “Intercambio Comercial Argentino” (ICA) del Indec, Brasil y China son los dos principales socios comerciales de la Argentina, México es la segunda economía de América Latina y el régimen formalmente comunista de Vietnam el quinto destino de las exportaciones argentinas. El alineamiento del gobierno de Milei con EEUU, señaló el diplomático consultado, no implica romper con China. El conflicto entre las dos potencias -concluyó- “es de poder, no ideológico”.
9- DNU 70 y Ley Bases
Junto con el plan económico de emergencia que anunció Caputo, el Gobierno basó sus primeros pasos en la gestión en dos normas. Por un lado, el “mega DNU” que buscó desregular de inmediato distintas actividades económicas, con una reforma de normas laborales, un terreno allanado para la privatización de empresas públicas, la liberación de precios y eliminación de controles a distintos sectores, una profunda reforma del Estado y la derogación de la ley de alquileres sancionada en 2020.
Hasta hoy, el principal logro legislativo del gobierno ha sido la media sanción de Diputados a la "Ley Bases", texto que el Senado ya modificó pero aún no votó. La moneda legislativa aún está en el aire
La ley de Bases enviada al Congreso incluía una serie de cambios impositivos que Economía necesitaba para ejecutar el plan de ajuste fiscal. Uno de ellos, posiblemente el más importante, fue el de la suba generalizada de derechos de exportación, eliminada por presión de los bloques opositores. Ante un panorama de parálisis en el tratamiento, Caputo anunció el retiro del capítulo tributario de la ley para facilitar su aprobación, algo que tampoco se logró.
Recién con la llegada de la segunda y más acotada versión del proyecto el Gobierno pudo hacer pasar por comisiones el paquete fiscal que adjuntó, ahora como un proyecto paralelo y no en el artículado de la ley. Los cambios principales que busca el oficialismo es la recomposición de la cuarta categoría de Ganancias para los salarios, que empujaría a cientos de miles de empleados a volver a abonar ese tributo. También tiene actualizaciones de monotributo, un plan de pago anticipado de los próximos cinco años de Bienes Personales, un blanqueo de activos y una moratoria de impuestos. Entre todas esas medidas, el Gobierno busca tener un refuerzo de recaudación cercano a 1% del PBI.
10-Dolarización vs competencia de monedas
Aunque la dolarización y la eliminación del BCRA fueron puntos centrales de la propuesta económica del candidato Milei, en la propia campaña y en el ejercicio del gobierno esos temas fueron y vinieron sin una definición precisa -o al menos claramente entendible por los economistas y la sociedad en general -sobre la forma y el tiempo en que eso ocurriría. En la gestión, además, esos objetivos quedaron condicionados a dos requisitos: el saneamiento del balance del BCRA y el levantamiento del cepo cambiario.
En medio de debates y discursos apareció el concepto de “competencia de monedas” entre el peso y el dólar. El 22 de may, en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, Milei apuntó que el camino era la “dolarización endógena”. En primer lugar, dijo el presidente, “como tenemos equilibrio fiscal y financiero no necesitamos emitir por el fisco, por ende vamos a dejar el tipo de cambio libre y no emitiremos más”. Además, afirmó que enviaría al Congreso un proyecto para que la emisión monetaria sea punible como “delito de lesa humanidad”. Y luego explicó: “El régimen monetario al que estamos aspirando es una situación donde cuando terminemos con todos los mecanismos de emisión, la cantidad de dinero quede constante y la economía se vaya dolarizando endógenamente. Ahí se dolariza y cada uno va a hacer las transacciones en la moneda que quiera. Después se fijará una moneda en la cual se le paga al gobierno, el dólar, y se acabó el problema”.
En el mismo evento, Caputo enumeró 4 condiciones para levantar el cepo: ancla fiscal, normalización de los flujos financieros internos y externos y alcanzar una “relación razonable” entre reservas externas y pasivos remunerados.
Más que aclarar la cuestión, el planteo generó dudas entre varios economistas. Un paper del Ieral de la Fundación Mediterránea preguntó si la Argentina iba hacia un esquema “a la salvadoreña” o “a la peruana”. En el último caso, explicó, se preservaría el uso de instrumentos macroeconómicos, mientras que en el primero el resultado final sería una dolarización unilateral, sin “prestamista de última instancia” y por ende altamente expuesta a corridas bancarias.
También Domingo Cavallo entró en el debate. En primer lugar, el exministro señaló que el único mecanismo posible para inducir la remonetización en dólares es liberalizar el mercado de capitales junto con un blanqueo y la autorización a los bancos para recibir depósitos en dólares “con la misma facilidad y prerrogativas de los depósitos en pesos”. Pero Cavallo difirió del planteo de “emisión cero” de Milei y Caputo. Más allá de cuántos pesos ponga en circulación el BCRA -acotó- la desmonetización o remonetización dependerá de qué ocurra con la inflación. Fijar la base monetaria y no emitir un peso más, explicó, hará que la economía oscile entre la inflación y la deflación, según cuál sea la demanda de dinero de personas y empresas. El BCRA, concluyó, plantándose firmemente a favor de la competencia de monedas “a la peruana” y rechazando la “dolarización endógena”, en vez de mantener constante la base monetaria debería manejar encajes y tasas de interés en ambas monedas e intervenir en el mercado cambiario comprando o vendiendo reservas para estabilizar el precio del dólar en pesos. “Es lo que hace magistralmente -cerró- el Banco Central del Perú”.
Mientras tanto, el jurado sigue deliberando.
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