Todo comenzó el lunes 19, oportunidad en la que se mantuvo la última comunicación terrestre con la aeronave a a las 13:28 vía Radio Aeronáutico.
De inmediato se realizó un vuelo en helicóptero sin poder acceder al sector por las condiciones climáticas. Ante ello, se realizó otro vuelo de traslado del primer grupo de personal de C.A.P.E. para iniciar la búsqueda vía terrestre. Simultáneamente se solicitó activación del protocolo SAR para búsqueda y rescate de la aeronave. Asimismo se realizaron nuevos vuelos en helicóptero de reconocimiento del área con el objetivo de poder ingresar a la zona donde se esperaba encontrar la aeronave. Esta tarea no dio resultados positivos debido a las condiciones climáticas desfavorables que persistían.
El martes se practicaron nuevos vuelos, esta vez con participación del avión de la Policía de la Provincia y de un segundo helicóptero pero ambas aeronaves nuevamente no pudieron acceder a la zona debido a las condiciones climáticas.
Ante esto, otro equipo de rescate del grupo especial C.A.P.E. y brigadistas del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, se desplegó por la ladera Este de la montaña ingresando por el paraje denominado “Agua Blanca” y realizaron un ascenso con condiciones climáticas malas, dado que llovía y había neblina.
En una ardua tarea y luego de tres días, el jueves 22, los rescatistas logran divisar la aeronave a una altura aprox. de 2100 msnm. y procedieron a comunicar que la avioneta se encontraba incendiada y el piloto no estaba en ella. De inmediato se efectuó un rastrillaje, observando huellas que fueron seguidas. En el camino del rastrillaje, encontraron un reloj propiedad del piloto y seguidamente su cuerpo el que se encontraba en una quebrada de difícil acceso.
Posterior a ello, se envió un grupo de 22 efectivos conformados por Personal de C.A.P.E., Infantería de La Rioja y Chilecito, más 7 efectivos de Gendarmería, los que ascendieron por el paraje de Agua Blanca, para encontrarse en el descenso con el resto del personal que se encontraba en la montaña con el cuerpo del piloto.
Finalmente, el viernes lograron contacto con el primer grupo de rescatistas, y comenzaron de inmediato el descenso por la quebrada, llegando al punto de partida con el cuerpo del piloto a las 20.30 horas, el que fue traslado de inmediato a la Morgue Judicial para la realización de la autopsia. Concluida la misma el cuerpo fue entregado a los familiares que se encontraban presentes.
La autopsia a cargo de Alberto Zalazar, conjuntamente con el Perito de Parte designado por la familia del piloto, Gregorio Garro De la Colina y el odontólogo forense, Marcelo Gonzalez, arrojó que la causal de la muerte fue insuficiencia cardiorrespiratoria aguda por quemaduras e hipotermia, pero no fue posible establecer con precisión -debido a las condiciones climatológicas a la que estuvo expuesto en la montaña- el tiempo que el cuerpo llevaba sin vida. No obstante ello, se sostuvo que el deceso se produjo horas después de la caída de la aeronave, el mismo día.
El Gobierno de la Provincia colaboró en el traslado del cuerpo a la provincia de Chaco, acompañando a la familia en todo momento, compartiendo el profundo dolor por el fallecimiento de “Roly”.