17 SEP | 19:04

La UCR se reúne para definir el futuro de los diputados que apoyaron a Milei

Crecen los rumores de ruptura. Los sectores de Manes y Lousteau buscan separar a los cinco legisladores que votaron junto con los libertarios y el PRO en contra de la reforma jubilatoria. Por Federico Millenaar
La negativa de los gobernadores
 
 
Los diputados radicales reunidos con Milei
 
El bloque de diputados nacionales de la UCR se reúne esta tarde desde las 18 en un clima de máxima tensión interna a raíz de la suspensión de las afiliaciones de los legisladores que la semana pasada votaron junto con los libertarios y el PRO en contra de la reforma jubilatoria.
 
Milei recibirá a los 87 diputados que apoyaron el veto a la reforma jubilatoria con un asado en Olivos: cada invitado se pagará su plato
 
La medida disciplinaria fue tomada por la Convención Nacional, órgano partidario que conduce Gastón Manes -hermano del neurocientífico-, de forma provisoria hasta que el Tribunal de Ética evalúe si finalmente Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol y Pablo Cervi son expulsados. Por su parte, Federico Tournier, el quinto “radical libertario” que votó para sostener el veto de Milei, no pertenece formalmente a la UCR, sino que se incorporó al bloque por un acuerdo parlamentario.
 
 
Tras la votación de la semana pasada la bancada de la UCR quedó dividida en tres. Por un lado el sector referenciado en Facundo Manes, que ha mostrado diferencias con el Gobierno desde el tratamiento de la Ley Bases. En tanto, los diputados de Evolución radical, que siguen los lineamientos de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, también se han mostrado cada vez más lejanos de las propuestas de Milei.
 
 
Estos dos sectores suman alrededor de una docena de votos y no tienen, por ahora, el número necesario para imponer la expulsión de los “radicales libertarios”. “Los que se sacaron las fotos ya lo hicieron. Yo lo que les pido es que terminen lo que empezaron”, dijo el diputado Pablo Juliano, en referencia a la selfie de los díscolos con el Presidente en la Casa Rosada. Fue justamente por esta razón que le pidieron al presidente del bloque Rodrigo de Loredo que convoque a una reunión para “reordenar” la bancada.
 
Rodrigo De Loredo (Adrian Escandar)
 
 
Por otro lado, la conducción del bloque, a cargo de De Loredo y su vice Karina Banfi, busca evitar una ruptura. No están solos, cuentan con el respaldo de los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Leandro Zdero (Chaco), y un grupo de diputados que les responden. Hasta el momento, Maximiliano Pullaro (Santa Fe), muy cercano a Lousteau, ha esquivado tomar posición sobre el tema.
 
 
“La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal. Le pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”, dijo el gobernador Cornejo cuando se comunicó la decisión de la Convención Nacional de suspender las afiliaciones.
 
Los gobernadores, al igual que los radicales libertarios, denuncian que existe una doble vara ya que no se aplicó ninguna sanción con el sector de Manes cuando votó de forma diferente al resto del bloque en la Ley Bases. En respuesta, desde la Convención Nacional aclararon que la sanción se debe a que cambiaron de posición en apenas tres meses y votaron en contra de un proyecto impulsado por el propio bloque radical. “No es lo mismo que tener diferencias políticas”, explicaron.
 
Para sumar tensión, el presidente Javier Milei organizó un asado en la quinta de Olivos para agasajar a los “87 héroes” que votaron en contra de la reforma jubilatoria y ayudaron a defender el equilibrio fiscal.
 
 
 
El tucumano Mariano Campero ya confirmó que asistirá a la cena. Mientras que el cordobés Luis Picar no participará de la reunión de bloque ni del asado debido a un problema familiar en su provincia. Ante la consulta de Infobae, Martín Arjol aclaró que esperará a la reunión de bloque para definir. Una ruptura o expulsión podría liberarlo para asistir al brindis de Milei.
 
En tanto, De Loredo intentaba por estas horas asegurarse que los díscolos pegarían el faltazo en la quinta de Olivos para no insuflar más los ánimos.
 
“Nadie tiene los votos para echar a nadie. Pero empieza algo así una guerra interna, a cara descubierta, que podría decantar en un enorme desgaste de la conducción de De Loredo y posiblemente en diciembre con nuevo jefe de bloque”, analizó un operador que conoce todas las internas del partido de Leandro Alem.
 
infobae.com

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