...de Palm Beach”, la misión que llegará al Vaticano, los nuevos libertarios que evitan eventos sociales de un ex PRO y la furia macrista
Mar-a-Lago (Wikipedia)
Según su propio sitio web, ofrece “comodidades de clase mundial”, el mejor restaurante “europeo”, piscina frente al mar, spa, seis canchas de tenis “de campeonato”, cancha de croquet, campo de golf de chip y putt y el “mejor campo de golf de la Florida” a solo cinco minutos. En una superficie de 8.000 metros cuadrados, inaugurada oficialmente en 1927 -demandó cuatro años de construcción-, Marjorie Merriweather Post, propietaria por entonces de General Foods, encontró ese lugar inhóspito entre el océano Atlántico y Lake Worth cuando solo había terreno pantanoso y pastizales, y lo transformó con el tiempo en un sitio paradisíaco: según los especialistas, una de las tierras más valiosas de toda la Florida en el corazón de Palm Beach.
La casa principal, una mansión con 114 habitaciones, adaptada al estilo hispano-morisco, con forma de medialuna y anclada a un arrecife de coral con hormigón y acero a prueba de huracanes, demandó tres barcos cargados de piedra dórica provenientes de Génova, en Italia, para la realización de los muros exteriores, los arcos y la parte del interior de la propiedad.
Donald Trump adquirió esa joya en 1985 a la Fundación Post. En el 2005, se ordenó la construcción de un salón de baile de 20.000 metros cuadrados considerado el más grande de la isla. Diez años antes, se había decidido que en esa propiedad funcionaría un club exclusivo e híper lujoso, el Mar-a-Lago Club, bautizado en algún momento como “La Casa Blanca de invierno”.
Javier Milei en Mar-A-Lago, Palm Beach, Florida
Hasta allí llegó esta semana en un vuelo privado que costó varios cientos de miles de dólares Javier Milei, el único mandatario en ejercicio invitado por el presidente electo de Estados Unidos en lo que fue el primer encuentro entre ambos tras el triunfo del magnate republicano, en el marco del encuentro de gala de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), una cumbre organizada por America First Policy Institute que reunió al establishment conservador norteamericano, y que el jefe del Estado argentino también aprovechó para entrevistarse y fotografiarse con Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla que será un hombre clave de la nueva administración Trump.
Pero la exclusiva residencia al norte de Miami y Boca Ratón también fue célebre en estos años en las páginas judiciales de Estados Unidos. Y arrastra, aunque de manera indirecta, su propia conexión con la Argentina a través de un importantísimo bufete jurídico, de los más reconocidos de aquel país, con sede en Miami, en Washington y en Tallahassee, en La Florida, y que a principios de año se instaló en Buenos Aires, en unas oficinas de la calle Ortiz de Ocampo al 3300, una de las zonas más requeridas por el círculo rojo político y empresario.
Javier Milei junto a Donald Trumo y Elon Musk
Se trata de Continental Strategy, cuya cara visible es Carlos Trujillo, ex embajador ante la OEA, designado para ese puesto en el 2017 por el entonces presidente Trump en su primera presidencia, con vínculos fluidos en América Latina. “Representamos a clientes que enfrentan problemas legales, políticos y comerciales complejos”, se presentan en sociedad en su página web. Trujillo tiene una relación aceitadísima con el presidente electo y su entorno.
Trump es, por caso, uno de los clientes más reconocidos de ese estudio: Trujillo y su staff lo representan en dos expedientes, uno de ellos en el expediente conocido como “Mar-a-Lago”, denominado así por la investigación que derivó en un allanamiento del FBI en la residencia del republicano en el 2022, en el que se encontraron centenares de documentos clasificados que Trump debería haber entregado a los archivos nacionales cuando dejó la presidencia, en enero del 2021. Continental hizo entonces su trabajo. En agosto de este año, el presidente electo demandó al Departamento de Justicia norteamericano por 100 millones de dólares, por considerarse víctima de “persecución política” por el allanamiento por parte del FBI a su mansión, una acusación dirigida al fiscal general Merrick Garland y al director del FBI Christopher Wray.
En Argentina, Trujillo se asoció con Alex Campbell, el legislador bonaerense del PRO que viajó varias veces a los Estados Unidos para participar de eventos republicanos -tenía previsto volar a Mar-a-Lago esta semana, pero abortó por la política provincial-, que guarda fotos con Trump y que en nuestro país representa a Continental, el estudio que asesoró al republicano en ese caso y que apuesta a ser referencia en Argentina para empresarios que necesiten gestiones en suelo norteamericano.
Por esa vinculación, el legislador macrista fue mencionado en la danza de nombres en torno a la embajada argentina en los Estados Unidos que Gerardo Werthein dejó acéfala cuando Milei lo designó en la Cancillería en lugar de la desplazada Diana Mondino -aún sigue muy cabizbaja en la pequeña oficina que ahora ocupa en la Universidad del CEMA- y que será reemplazado, si el Senado lo aprueba, por el unicornio Alejandro “Alec” Oxenford.
Campbell llegó a oídos de Javier Milei y de su entorno en esa rosca diplomática tan solo por los medios de comunicación. Pero sí estaba previsto que su nombre fuera acercado al Presidente durante la conferencia de la CPAC de esta semana, en la gira a La Florida. Sería a través de Susie Wiles, la veterana jefa de campaña de Trump que ocupará la Jefatura de Gabinete en la nueva presidencia republicana. Su hija, Katie Wiles, es directora del estudio Continental en la sede de Washington, y tiene una relación fluida con Campbell.
Agenda Werthein. Milei, de todos modos, no dio tiempo a mayores especulaciones. Y oficializó a Oxenford, creador de compañías como OLX o Letgo, valuadas en más de 1.000 millones de dólares, cuando el sistema político y diplomático especulaba incluso con el libertario Daniel Scioli o Demian Reidel, uno de los consejeros económicos del mandatario, muy cercano, con el que sí se conversó sobre la posibilidad de enviarlo a Estados Unidos, un ofrecimiento que fue rechazado de común acuerdo por diversas cuestiones, algunas de ellas personalísimas.
Oxenford no estaba en el radar de nadie. Incluso en Estados Unidos se enteraron por los medios, una vez que Manuel Adorni anticipó el nombramiento en su cuenta de X. En la embajada argentina en el DC, todavía a cargo de Juan Manuel Cortelletti, el jefe de la misión, fue una sorpresa. Diplomático de carrera, joven, designado en Beijing durante 5 años, con 3 en Washington, Cortelletti había sido ungido por Werthein, al que conoció hace algunos meses, como su virtual mano derecha después de que Francisco Tropepi, entonces número dos en Washington, se mudara como embajador ante la ONU.
Hasta esta semana, los papeles de Oxenford aún no habían ingresado al Departamento de Estado de la Casa Blanca. Por los plazos, la aprobación formal del Senado argentino también podría demorar un tiempo. No es, para el Gobierno, un escollo mayor porque se especula que la relación política y diplomática con la Casa Blanca seguirá en manos de Werthein y del propio Milei.
Es una de las principales relaciones que el nuevo Canciller deberá atender en el nuevo tablero mundial. Se espera, en paralelo, que Werthein visite en las próximas semanas el Vaticano con motivo de la celebración del Tratado de Paz con Chile, un evento que figuraba en la agenda de Mondino y que ahora deberá atender el ex embajador, todavía sin confirmaciones oficiales en su gabinete. Se espera que el lunes 25 por la mañana Werthein se vea a solas con el Papa en Roma, una audiencia privada en la previa de ese evento compartido con el canciller trasandino.
El Papa, ¿la ve o no la ve? Francisco sigue con especial atención los acontecimientos alrededor de “Las Fuerzas del Cielo”. Los obispos que lo trataron en el último sínodo de octubre en Roma, antes de la renovación de las autoridades de la Conferencia Episcopal -se multiplicaron esta semana las versiones en torno a la figura de Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires-, se volvieron al país con un sabor agridulce por la cada vez más dilatada visita del pontífice a la Argentina, por ahora muy verde. En la carta enviada por la nueva conducción de la CEA al pontífice este jueves se reiteró la invitación. En la Iglesia no son muy optimistas hasta el momento.
Esta semana, por lo pronto, se esperan fuertes declaraciones del Papa en un nuevo material que podría tener un impacto global significativo por diversas cuestiones, en rubros de espeso debate como la ludopatía pero, en especial, en relación al conflicto en Medio Oriente. El jueves, en el marco de la conferencia sobre cambio climático de la ONU que se desarrolla en la capital de Azerbaiyán, el poderosísimo cardenal Pietro Parolin, secretario del Estado Vaticano, leyó un duro discurso papal en la cumbre que se desarrolla en Bakú con pilares en la “equidad, la justicia y la solidaridad”. Después, en la cuenta de X de Francisco, el CM de la Santa Sede, el cura argentino Lucio Adrián Ruiz, posteó que se debía dejar de “mirar más allá de los particularismos”. No fue un mensaje al Gobierno, pero dio la casualidad que se eligió esa frase después de que Milei ordenara retirar a la delegación nacional de esa conferencia, ya de por sí muy disminuida.
Aquejado por una dolencia en su rodilla, Francisco despliega sin embargo una agenda nutrida, diversa y lúcida. El lunes pasado, por ejemplo, recibió en audiencia privada al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, una reunión que, llamativamente, no despertó mayor revuelo mediático a pesar de que, en el calendario, se agendó en la previa de la condena de la Cámara Federal de Casación Penal contra Cristina Kirchner en la denominada causa “Vialidad” que hacia adelante deberá ser revisada, sin plazos, por el máximo tribunal de Justicia una vez que la ex presidente recurra en queja si es que finalmente la casación rechaza su recurso extraordinario.
Ratificada en segunda instancia la condena en su contra, CFK tuvo el miércoles por la noche, tras su paso por el Instituto Patria, un rato de sosiego en un salón de San Telmo en el festejo del cumpleaños de Eduardo “Wado” de Pedro, rodeada de camporistas. No estuvo, desde ya, Axel Kicillof.
La Corte tendrá de ahora en más un rol clave para el futuro judicial y político de CFK, en momentos determinantes para las negociaciones por los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Una negociación concentrada, por el lado del gobierno, en Santiago Caputo -también en su amigo Sebastián Amerio, el funcionario de más peso en el Ministerio de Justicia-, el colaborador estrella y más determinante de la Presidencia que vive días de jolgorio en el ejercicio de su asesoría. ¿Será cierto lo que agitan en los tribunales, que el Gobierno está a un voto de conseguir los avales necesarios en el Senado para el pliego del juez federal porteño y que todas las miradas están depositadas en la cúpula de la bancada radical?
El otro Caputo. “Toto”, el ministro de Economía, a esta altura una figura central del gabinete junto a Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger -los tres provenientes del PRO-, ya no sabe qué hacer para demostrar su fascinación por Milei y por el cambio de época.
Soldado de “Las Fuerzas del cielo”, auténtico libertario, Luis Caputo no quiere ningún imprevisto que ponga en duda su militancia. Dicen que por eso se disculpó con su intimísimo amigo Horacio Rodríguez Larreta y su pareja Milagros Maylin, un promotor de la “agenda woke” cuestionada por los libertarios, a quienes les declinó la invitación al casamiento que tendrá lugar a fin de mes en un hotel muy conocido de los suburbios bonaerenses. Entre los novios llamó la atención la decisión del ministro, que privilegió el cargo y el éxito que acumuló entre los militantes de LLA, por sobre el vínculo con el ex jefe de Gobierno con el que habla seguido y que, por ejemplo, solía hospedarse en la casona del funcionario en Cumelén, el selecto country de Villa La Angostura.
El diputado Diego Santilli, blanco de humoradas internas por su fanatismo libertario y su repentino combate a la “casta política”, sí será de la partida. Habrá que ver si postea en su cuenta de X impresiones sobre la fiesta. No estará tampoco en el casamiento político del año Sergio Massa, que supo tener un vínculo de amistad de muchísimos años con el ex jefe de Gobierno pero que se quebró en la última campaña presidencial. El ex ministro de Economía no fue invitado.
Los gobernadores Rogelio Frigerio y Maximiliano Pullaro ya fueron confirmados. También Elisa Carrió, el consultor Jaime Durán Barba, la diputada María Eugenia Vidal y su mano derecha Federico Salvai junto a la ex ministra Carolina Stanley, o el economista Carlos Melconián, de un listado de unos 350 invitados. Y Legisladores como Emilio Monzó o Nicolás Massot, que exploran, junto al ex precandidato presidencial del PRO, una aventura política intermedia entre el gobierno y el kirchnerismo, un plan osado.
¿Tu también Mauricio? Como “Toto” Caputo, Mauricio Macri también envió sus disculpas, aunque con una excusa muchísimo más atendible y genuina: el ex presidente fue invitado en el sprint final y avisó que, para esa fecha, estará de viaje por los Emiratos Árabes por su rol en la Fundación FIFA. El ex jefe de Gobierno lo llamó especialmente para ofrecerle la invitación. Le dijo que, a pesar de los últimos desencuentros que quebraron la relación, arrastraban una historia de trabajo de más de dos décadas que merecía ser valorada. Después de esa conversación telefónica, Juliana Awada se comunicó vía WhatsApp con Maylin, que tiene una relación muy cercana con parte de la familia de la ex primera dama.
El de los Emiratos será el último de los viajes, tras una gira por Lisboa, Portugal, y una parada breve en Tulum, México, que el jefe del PRO inicia este domingo tras una serie de desencuentros con el Gobierno que volvieron a fastidiar al ex presidente. Macri tenía previsto encontrarse con Milei en los últimos días, pero la cita en Olivos no se dio y, para colmo, el Ejecutivo tiró de la soga con el envío del proyecto para eliminar las PASO que no tiene consenso en el partido amarillo. Cristian Ritondo también está cansado. Es el delegado de Macri en las negociaciones entre ambos espacios, habla con el asesor Caputo y con los Menem, Martín y “Lule”. Este último, parece, no anda de buenas relaciones con el consultor estrella del presidente.
La relación política de Macri y Milei se tensó otra vez. El Presidente, aseguran en el entorno macrista, le envía al WhatsApp del líder del PRO declaraciones en las que se refiere de manera especial a él, a pesar de que, según Adorni, se trate solo de “un amigo con el que come milanesas”. “Pensar que cuando era periodista llamaba todos los días para pedir entrevistas y hablaba maravillas”, se despacharon estos días sobre el vocero presidencial. En el PRO saben que un acuerdo electoral de cara al año próximo no figura entre las prioridades de La Libertad Avanza. Y que, además, la figura de Bullrich asoma con cada vez más preponderancia en el universo libertario: ¿ella aspira a ser candidata a vicepresidenta en el 2027?
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