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...para detener de alguna manera, a esta argentina lacerada que viene desarropándose en jirones dejando al desnudo las partes más impúdicas y pudorosas de una sociedad. Pobreza. Indigencia. Niñez y Adolescencia al borde de un abismo generacional incontrolable.

 

http://www.delinterior.com.ar/sitio/2018/noticia.php?id=2172 

 

 

Fué a partir de la inescrupulosa y fatídica noticia sobre que: "El 48% de los chicos en la Argentina vive en la pobreza, según un informe de Unicef"

 

http://www.delinterior.com.ar/sitio/2018/noticia.php?id=1731 

 

 

Y se vino el mazazo. Justo. Preciso. Certero. Demoledor. Macri debe olvidarse de recuperar votos para octubre y debería dedicarse a garantizar por todos los medios un escenario seguro y confiable para que el país no siga derrumbándose. Ya está. No hay más chance.

 

 

Siendo absolutamente objetivo, nunca pensé que sería un mazazo (mazazo para graficar el tremendo golpe) pero sí que la gente acomodaría los tantos cuando “la pelea por no volver al pasado” se enfrentaba con un presente tan escatológico… que el pasado terminó mitificado. 

 

 

Ante este presente escuálido, anoréxico de todo y bulímico, justificado por un “Vamos Bien” “Es el camino correcto” “Estamos haciendo lo que hay que hacer” *que demostraba soberbia, desconocimiento, ignorantes del dolor popular, del no saber qué comer, del no poder pagar las cuentas, de transformarse de la noche a la mañana en un deudor, del a humillación de no saber qué cocinar a los niños, se antepuso el mazazo del más del 45% del país. 

 

 

Hoy Mauricio Macri debe centrarse en gobernar, en llamar urgente a una mesa de diálogo a la oposición para llevar un mensaje claro a los mercados. Hoy el dólar subió un 20 % en relación a la cotización de cierre del día viernes rondando los $ 61 por dólar, lo que hace más insostenible la canasta de alimentación de más del 50% del país.

 

 

El gobierno de Mauricio Macri, es el que debe salir a calmar los mercados desdiciéndose de sus propias palabras hasta en viernes último cuando aseguraba la hecatombe económica y financiera si llegaba a ganar la fórmula Fernández/Fernández.

 

 

A nivel provincial 

 

 

El actual gobernador Sergio Casas y candidato a diputado nacional, realizó una brillante elección que lo posiciona como el gran elector riojano. Era sabido que Sergio Casas realizaría una excelente elección, basado en su buena imagen como administrador y persona sería de la política provincial. Casas llega a la elección con más de un 60 % de aprobación en la valoración del electorado en su persona. Por lo tanto, su triunfo es el reflejo de lo que la gente siente por él.

 

 

Sumado a la mala imagen del presidente Macri ante la desaprobación de sus medidas económicas, se sumó la insípida campaña comunicacional de Juntos por el Cambio, que prácticamente fue inexistente. 

Salvo la tibia campaña realizada en soledad del candidato a diputado nacional Felipe Álvarez el resto de la supuesta estructura provincial de Juntos por el Cambio, no sólo no acompañó a su candidato, sino que se sumieron en el ostracismo más inentendible. 

 

 

Poco es de esperar para las elecciones de octubre a nivel provincial, pensando en candidatos de la oposición minimizados por el mazazo en las primarias. Se puede suponer que el Partido Justicialista no tendrá una oposición para alcanzar la gobernación de la provincia holgadamente. 

 

 

Casas tendrá ahora el poder de decidir quién será el candidato a gobernador desde el oficialismo considerando que en la gatera se encuentran Beder Herrera-Teresita Madera-Ricardo Quintela y Florencia López. 

 

 

Cualquiera de los precandidatos que tenga aspiraciones y no sea el elegido, deberá contar con un partido propio dado que un solo candidato llevará en la cabecera a Fernández/Fernández.

 

 

También deberá contar con algo sumamente importante como es el dinero para realizar una campaña provincial que rondaría la suma de unos U$S 7 millones de dólares. 

 

 

Para el actual intendente Alberto Paredes Urquiza el escenario no le es favorable en cuanto a su candidatura a gobernador acompañando al presidente Mauricio Macri. Se dicen dos cosas en política, una es en relación a lo que pesa un “Collar de melones” y la otra: “Te acompaño hasta la puerta del cementerio, pero no me pidas que entre”.

 

 

 

Paredes Urquiza se negó a todos los llamados desde el justicialismo para sentarse a conversar; obvio antes de las elecciones, lo que se le haría casi muy doloroso e imposible ser aceptado en éstas condiciones adversas. 

 

 

Por otro lado el mismo renegó de la mala imagen de sus ex compañeros de andanzas, que desde su moral, no aceptaría justarse nuevamente con “Esa chusma”. Que el pueblo no aceptaría verlo nuevamente “mezclado”. Esto lo coloca en una situación difícil. Evaluar si continúa su carrera hacia la gobernación por su propio mérito y con un gobierno nacional que no le prestará atención con los fondos demandados o reforzar su reelección en el municipio capitalino para lo cual deberá convencer a los mismos empleados municipales y sus familiares que no son el último furgón de cola. 

 

 

La carrera para octubre ya empezó. Y el justicialismo, pese a quién le pese, nuevamente la historia lo convoca, para detener de alguna manera, a esta argentina lacerada que viene desarropándose en jirones dejando al desnudo las partes más impúdicas y pudorosas de una sociedad. Pobreza. Indigencia. Niñez y Adolescencia al borde de un abismo generacional incontrolable.