...comunión con lo recientemente solicitado el 30 de agosto de 2019 por la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
Coincidimos absolutamente -lo observamos en nuestra diaria tarea- con lo advertido por la Iglesia respecto del “aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica" y que “nos encontramos en una situación de emergencia alimentaria y nutricional, que afecta esencialmente a los más vulnerables, en especial a los pequeños”.
Esta dura realidad impacta dramáticamente en el Sistema Educativo argentino con la multiplicación de niños, niñas y adolescentes que no pueden acceder a la indispensable nutrición diaria vital para desarrollar el proceso educativo con regularidad en las aulas.
La profunda crisis social ha profundizado la deserción y abandono escolar. Es doloroso observar que muchos niños y niñas asisten actualmente a la escuela con -el casi exclusivo- objetivo de poder asistir al comedor escolar. En muchísimos casos se ha convertido en la única comida diaria.
Las implicancias en el Sistema Educativo son gravitantes y la alimentación deficiente de nuestros alumnos se ve reflejada en el bajo rendimiento escolar, a los cuáles, además, se los pretende evaluar.
El sector que representamos en todo el país se ve profundamente afectado por la profunda crisis.
En tal sentido solicitamos el pago perentorio de una cuota extraordinaria del FONID equivalente al bono que percibirán los trabajadores de la administración pública nacional ($5000 pesos). En tanto, desconocer este reclamo docente implica una evidente discriminación entre trabajadores estatales inconcebible.
Asimismo, reclamamos el incremento del monto del FONID actualmente congelado por la Administración nacional; el restablecimiento del fondo compensador docente y que se convoque la paritaria federal docente, única herramienta legitima que los trabajadores tenemos para negociar colectivamente con nuestro empleador.