Salud, medio ambiente y sustentabilidad son los principales ejes de los 15 proyectos finalistas de la competencia 100K LATAM organizada por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), con el apoyo del MIT (Massachusetts Institute of Technology) Sloan Latin America Office, que tiene como principal objetivo impulsar el desarrollo de startups con capacidad de generar impacto en la región.
Circunscriptos en diversas temáticas como salud, sustentabilidad, energía y agro, los 15 proyectos seleccionados para la gran final abordan soluciones innovadoras en distintos ámbitos y competirán por los premios correspondientes a las categorías Launch, Accelerate y Pitch.
Si bien en la categoría Launch, que busca potenciar emprendimientos con un mayor grado de desarrollo y cuyo 1er premio es de U$S 55.000 para el ganador y U$S 5.000 para cada uno de los finalistas, no hay proyectos argentinos, sí los hay en las otras dos categorías: Accelerate y Pitch.
Los ganadores de la primera edición en 2018
En la categoría Accelerate el objetivo es apoyar ideas o emprendimientos en la fase de desarrollo o primeras ventas y cuyo 1er premio se lleva U$S 20.000, mientras los demás finalistas obtienen U$S 2.000 cada uno. Y allí todos los 5 proyectos finalistas son argentinos.
Gisens Biotech es un proyecto que encontró la forma de acoplar el poder de la nanotecnología con el de los microprocesadores para desarrollar dispositivos de diagnósticos portátiles y ultrasensibles para el monitoreo de pacientes con condiciones de salud donde el diagnóstico temprano, o el monitoreo en tiempo real, puedan generar un cambio en su calidad de vida.
Florencia Piccinini, de Gisens Biotech explicó a Infobae que la idea surgió del deseo de transformar una investigación científica y en algo que pudiera cambiar la vida de muchas personas.
“Puntualmente Esteban Piccinini, nuestro director de Investigación, se encontraba estudiando en el laboratorio estrategias de biosensado basadas en nanotecnología que son muy novedosas. En una reunión familiar nos cuenta lo sobre esta tecnología tan poderosa y a partir de ahi empezo a tomar forma el proyecto que hoy es una startup”, explicó Florencia Piccinini.
Y agregó: “Lo más destacable del proyecto es que pudimos resolver exitosamente como transformar una tecnología disruptiva, desarrollada en el laboratorio, en una solución que puede ayudar a millones de personas en el mundo. Sabemos que hacer eso no es nada fácil, es el desafío más grande que enfrentamos los emprendedores científico-tecnológicos y por eso estamos muy orgullosos de haberlo conseguido”.
Acqua Garden es otro de los proyectos en esta categoría que se especializa en la producción de hojas verdes libre de agro químicos en alta densidad y escala en centros urbanos con alta concentración demográfica. Para esto se desarrolló tecnología patentable, la cual permite cultivar 90 kilogramos de hoja verde por metro cuadrado por mes. Se apunta a abastecer el consumo de hoja verde de la ciudad de Buenos Aires en un espacio similar al del shopping abasto.
"Acqua Garden surge de la necesidad. En otras palabras había que encontrar algo que genere trabajo, relacionado con mi profesión, Ingeniero Electrónico especializado en control/automatización", contó Rodrigo Iribarren, que espera que la competencia los posicione orgánicamente, como una empresa tecnológica con capacidad de venderle al mundo tecnología.
Y agregó: "Desde hace ya muchos años, 2013, que me preguntaba que iba a hacer de mi vida una vez terminada la universidad. Es por esta razón que en el año 2016 empecé a hacer ensayos con cultivos hidropónicos, con la intención de cultivar en ambientes controlados, aplicando todos los conocimientos que un ingeniero electrónico tiene".
CAECUS Lab es una empresa de desarrollo de productos inclusivos que dispone de su primer producto: Smart Glasess, el cual permite la integración de personas con discapacidad visual en entornos urbanos y potencia sus capacidades. Mejora la autonomía, confianza y da seguridad al momento de salir a la vía pública.
Lucas Sala a cargo del proyecto, explicó que el mismo nació en 2016, producto de la tesis de cuatro estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba (UTN-FRC), titulado “Caecus” (ciego, en latín).
"Por una necesidad familiar de su primo que tiene disminución visual, surgió el proyecto. Encontramos que cuando se vino a vivir a Córdoba capital, empezó a enfrentarse con la falta de accesibilidad edilicia y con una sociedad que no es inclusiva. Hicimos un análisis de los problemas que vivía día a día y surgieron los primeros requerimientos a cubrir con nuestros Smart Glasses", completó Sala.
Ponce es un producto basado en IoT (Internet de las Cosas) orientado al servicio de monitoreo de los equipos de riego. José Roberto Ponce, creador del mismo, contó a Infobae que surgió de la necesidad de un productor de papa de la provincia de Buenos Aires
“De todas las tareas que él realizaba en el lote ubicado en Balcarce, la más frecuente era la de supervisar sus equipos de riego (a diferencia de la cosecha, siembra y otras actividades, el riego impacta desde el inicio de la campaña hasta el final de la misma), porque si alguno de ellos fallaba se desperdiciaban millones de litros de agua potable y cientos de litros de combustible, dañando además el cultivo en esa zona. Nos solicitó un simple sistema de alerta por SMS para enterarse desde su celular en cualquier parte cuando un equipo se encendía o apagaba”, explicó Ponce.
qAIRa, la startup peruana dedicada a ofrecer soluciones de monitoreo ambiental con drones se llevó el premio mayor en 2018
Y agregó: "Esperamos transmitir con claridad la importancia del problema del hambre al que nos enfrentamos. Actualmente 1 de cada 10 personas sufre hambre y es un número que se agrava cada año conforme aumenta la población mundial. Es necesario entender que no se trata sólo de un problema de las pérdidas que perciben los productores en su negocio. Si ellos pierden, perdemos todos".
Grow Pack es otro de los finalistas. Se gestó a partir de dos conceptos fundamentales: la economía circular y la biomimicidad. GrowPack desarrolló un composito lignocelulósico mediante la utilización de biomasa descartada en la industria agrícola para la fabricación de elementos de uso diario y descarte masivo como ensaladeras, bowls, platos y distintos tipos de envases descartables de un sólo uso para la industria gastronómica.
En la categoría Pitch, el objetivo es apoyar ideas o emprendimientos en la fase inicial de desarrollo. Tiene un 1er premio de U$S 5.000 y los demás finalistas obtienen U$S 1.000 cada uno.
La pérdida ósea es un problema muy frecuente
Bonefit es uno de los finalistas y consiste en fabricar un hueso artificial para dar respuesta al problema de pérdida ósea por traumatismos o patologías. Se produce a medida para cada paciente, modelando a partir de imágenes tomográficas y se materializa a partir de una impresora 3D.
"De nuestra startup destacamos que somos un equipo multidisciplinario, muy comprometido con las ciencias y la salud, y que estamos convencidos que el servicio que desarrollamos y estamos buscando escalar tendrá un interesante impacto social, viéndolo tanto desde el punto de vista técnico, donde solucionariamos el problema de las reintervenciones en los casos pediátricos, por ejemplo, como también en los costos por posibilidad de rechazos e infecciones en caso de los xenoinjertos", contó Marcelo Vázquez de Bonefit.
Y agregó: "La mayor expectativa está centrada en el aprendizaje en base a las nuevas preguntas que nos plantee el jurado, ya que desde que comenzamos a desarrollar la idea comercial fuimos evolucionando en el modelo, y creemos que esté aprendizaje nos permitirá un fine tuning interesante. Además de la posibilidad eventual de relacionarnos con potenciales inversores a partir del conocimiento que se genere de nuestro servicio".
Edites Solutions es un proyecto que presenta nuevas tecnologías para brindarle autonomía, bienestar y una mejor calidad de vida a personas con discapacidad. Mauro Tronelli afirmó que surgió cuando en 2011 tenían que hacer un proyecto para una materia del colegio secundario.
"Era un colegio técnico, con orientación técnico Mecánico, y era un grupo chico. El profesor llegó con una idea. Comenzamos a hacer una plataforma industrial que luego de 6 meses derivó en un prototipo a escala, aprendiendo algo de electrónica porque se necesitaba muchísima de esta para coordinar los motores. Si bien funcionó porque tenía muchos problemas, alcanzó para que a dos amigos más y a mi nos convenza a estudiar electrónica".
“Pero al año mis amigos decidieron dejar el proyecto ya que los desánimo la parte del mercado y querían dedicarse al estudio. Así que quedé solo y comencé a buscar financiación de todas las formas para llegar a un prototipo a escala real. Así fue como me anote en todos los concursos y convocatorias que pude, saque créditos y en el año 2014 comencé el prototipo actual que fue finalizado en enero de este año”, precisó.
Y concluyó: "De este concurso espero la visibilidad a nivel Latam ya que todos los países de latinoamérica tienen como denominador común la falta de accesibilidad, esperemos poder de a poco insertar a "siruom" (nuestro primer producto) en los países de la región.
La expectativa de los concursantes desborda. Este martes deberán defender sus proyectos ante el gran jurado y luego prepararse para recibir el premio o una inversión ajena. Todo un reto para los tiempos difíciles actuales.
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