...del 10 de diciembre tendrá esta tarde su debut oficial tras los movimientos de las últimas horas de Cristina Kirchner, que volvió a desconcertar a los propios con la designación de Claudia Zamora como presidenta provisional de la Cámara alta con la nueva composición legislativa.
Los senadores se enteraron de la noticia en la tarde de este lunes. La decisión de confirmar a la ex gobernadora de Santiago del Estero y actual diputada del Frente Cívico en el puesto que todavía ocupa Federico Pinedo fue tomada por la vicepresidenta electa con su reducido entorno. Ni en el Senado ni en Diputados conocían la designación de antemano. Solo sabían lo del formoseño José Miguel Mayans, que esta tarde debutará como jefe de bloque en el encuentro con el resto de los legisladores.
La ex presidenta se inclinó por Zamora –figura con ese apellido en el sitio oficial de Diputados–, una dirigente con la que trabó un buen vínculo, cuando en el Congreso se especulaba con la posibilidad de Oscar Parrilli o Anabel Fernández Sagasti, dos dirigentes de su riñón más puro, fueran elegidas para ese cargo clave en la línea sucesoria.
La confirmación de la ex gobernadora, mujer de Gerardo Zamora, que fue segundo en la sucesión presidencial entre el 2013 y el 2015, se cocinó además mientras las miradas se posaban en José Alperovich, denunciado por acoso por su sobrina segunda –al final pidió licencia ayer por la tarde–. Como de costumbre, Cristina Kirchner guardó reserva de sus movimientos: solo unos pocos integrantes de su núcleo íntimo conocían la jugada.
La elección de la diputada y la jefatura del bloque para Mayans se suman a la posible designación de Maurice Closs como vicepresidente del Senado. Tres señales a los gobernadores del PJ. En particular, tres guiños a tres de las provincias que más votos le aportaron al kirchnerismo en los últimos años: Santiago del Estero, Formosa y Misiones.
Closs tiene relación directa con Cristina Kirchner, que sembró cuando fue gobernador de su provincia. Junto a Magdalena Solari Quintana conformó desde diciembre del 2017 el bloque del Frente Renovador de la Concordia de Misiones que jugó con cordialidad, de entrada, con la figura de la ex presidenta. Closs, por ejemplo, fue uno de los que no bajaron al recinto cuando el oficialismo intentó discutir, en agosto pasado, los allanamientos a los domicilios de la vicepresidenta electa por la causa de los cuadernos que tramitó el juez Claudio Bonadio.
Al ex gobernador de Misiones lo habían sondeado tras el triunfo de Alberto Fernández en las PASO para encabezar eventualmente el área de Turismo en el gabinete nacional. Quedó en la nada. Podría ir ahora a la Comisión de Presupuesto.
Tampoco estuvieron Gerardo Montenegro, Ada del Valle Itúrrez de Cappellini ni Blanca de Riccobelli, los tres senadores por Santiago del Estero.
Zamora, un gobernador del radicalismo K respetado por sus pares del PJ, tuvo siempre buena sintonía con Cristina Kirchner. Al igual que su esposa. Aportan votos en el Senado y en Diputados.
En cambio, en esa sesión de agosto del año pasado sí se sentó en su banca Carlos Caserio, el jefe del PJ cordobés que esta campaña se desmarcó de Juan Schiaretti en favor del kirchnerismo y quería presidir un bloque peronista por fuera de los deseos de la ex presidenta.
El Frente de Todos abortó la jugada de Caserio con el ofrecimiento de un ministerio nacional, cuya incógnita será develada el próximo viernes 6 de diciembre, con el anuncio del nuevo gabinete. Trascendió que su nombre había sido asignado para Transporte.
Al bloque del PJ que hasta su mudanza a Cambiemos era liderado por Miguel Ángel Pichetto no le quedó alternativa que abroquelarse con la bancada K que todavía encabeza, en los papeles, Marcelo Fuentes. Según fuentes peronistas de la Cámara baja, la conformación de ese bloque tenía un propósito “federal” y juego con los gobernadores.
Las señales que Alberto Fernández dio a los mandatarios –los juntó 24 horas después de su triunfo de octubre en Tucumán–, la carencia de liderazgo de esa bancada con la salida de Pichetto, el eventual salto de Caserio al Poder Ejecutivo y los últimos movimientos de Cristina Kirchner no dejaron margen de acción. La unción de Mayans como jefe de bancada también fue una soga a ellos: el formoseño fue vicepresidente de ese bloque.
www.infobae.com