16 DIC | 16:59

La casa de las mujeres en Francia donde el aborto es legal

No hubo ninguna mujer muerta en 10 años. En Francia el aborto es legal desde 1975. El reclamo se consiguió con banderas verdes y consignas similares a las que se reivindican, todavía...Por Luciana Peker
...en Argentina después de medio siglo de lucha. La mortalidad es cero. Y se multa con fuertes sumas a los sitios de internet anti derechos que quieren obstaculizar el aborto a través de información engañosa
 
 
La médica Ghada Hatej-Gnatzer es ginécologa y la Jefa de la Maison des Femmes en París. Ella dice: “Es más probable morir por dar a luz que por abortar”.
 
 
Se puede tocar la puerta y entrar. No es un hospital, sino una casa. Y se nota en la amabilidad y en las escaleras que invitan con colores a subir sin miedo para salir de la violencia de género, reparar los daños de las mutilaciones genitales –con la que llegan muchas migrantes africanas a Europa- pedir anticonceptivos y solicitar un aborto. Legal, sí, y gratuito.
 
 
Es así de sencillo y así de contundente. En La Maison des femmes del Hospital Delafontaine, de París, se realizan 1.000 abortos cada año de manera confidencial, amable y segura. Y en diez años no murió ninguna mujer a causa de un aborto. O sea: en 10.000 interrupciones del embarazo ninguna persona perdió la vida.
 
 
¿Por qué mueren las mujeres? No por abortar, sino por ser expulsadas a la clandestinidad. El aborto no es un problema sanitario cuando es legal. Y sí lo es cuando es ilegal. La mortalidad cero francesa muestra que la clandestinidad genera muertes y, por sobre todo, muertes que son evitables si las Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) se llevan adelante en la legalidad.
 
 
 
La médica Ghada Hatej-Gnatzer explica como funciona el aborto legal en Francia:"Todo el procedimiento (incluidas las ecografías y los calmantes para el dolor) está cubierto por el seguro social”.
 
 
La médica Ghada Hatej-Gnatzer, ginécologa y jefa de la Maison des Femmes, resalta a Infobae: “Es más probable morir por dar a luz que por abortar”. Pero eso fue después de la lucha para terminar con un gatillo innecesario por el prejuicio machista. “Antes había demasiadas muertes. Por eso se legalizó: para que no haya muertes”. Y apunta: “Las mujeres tienen el derecho a abortar”.
 
 
La ginecóloga explica el procedimiento “Se les da la medicina (misoprostol y mifepristona) y se quedan acá o se van a su casa. Si se realiza en el centro de salud se les proveen calmantes. También se realizan procedimientos quirúrgicos con anestesia local o general (pero en el hospital) siempre por aspiración. Después se vuelve a ver a la mujer para verificar su salud. Todo el procedimiento (incluidas las ecografías y los calmantes para el dolor) está cubierto por el seguro social”.
 
 
“Una cree que el aborto es un drama. Pero la mayoría están contentas de su decisión y no regresan. Y cuando vuelven es porque sufren violencia y necesitan otro tipo de ayuda”, señala Hatej-Gnatzer. En la casa también ofrecen apoyo artístico, psicológico, deportivo y sanitario para las víctimas de violencia de género.
 
 
 
Aborto en Francia
 
 
En Francia el aborto es legal hasta las 12 semanas. A partir de ese plazo se puede practicar si existe alguna causal: si hay una enfermedad grave o incompatible con la vida; si la mamá está muy mal de salud (tiene un cáncer que necesita tratamiento) o con problemas psicosociales o emocionales o por violación.
 
 
En esos casos las mujeres tocan la puerta y piden ayuda. Se hace una solicitud y se autoriza la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Nunca se llama a la policía para denunciar a una mujer que pide contención.
 
 
Si no se puede hacer el aborto por causales después de los plazos correspondientes muchas mujeres optan por ir a Holanda en donde los plazos son más largos. Se toman un bus que sale a la mañana y pagan mil euros por el traslado y la intervención. Esos casos suelen ser de adolescentes que no se animan a decirle a sus padres y dejan pasar el tiempo o de mujeres a las que el marido les pega o prohíbe salir.
 
 
En la Argentina se reclama por el aborto legal con el pañuelo verde de un color similar a las manifestaciones por la liberación de las mujeres de la década del setenta. 
 
 
¿Y qué pasa con las adolescentes en el plazo legal? Tienen el mismo derecho que las adultas al acceso al aborto legal. Incluso aunque el procedimiento es gratuito a las mayores les llega a su casa una notificación de seguridad social. En el caso de las chicas no se las mandan para que otras personas no se enteren si ellas piden que sea secreto porque tienen el derecho a la confidencialidad.
 
 
En un principio las mujeres en Francia tenían que esperar una semana entre que decidían interrumpir un embarazo y se realizaba la práctica e ir a dos consultas previas. Ahora ya no deben dilatar la decisión y solo tienen que concurrir a una entrevista previa con un/a profesional de la salud.
 
 
El acceso es cada vez más sencillo, pero abordar las resistencias no. El aborto es legal pero los grupos anti derechos encontraron un atajo para obstaculizar por su cuenta una práctica que el Estado no impide: hacer páginas engañosas en internet que, supuestamente, dan información científica y, en realidad, quieren asustar y engañar a las mujeres que buscan información para interrumpir un embarazo.
 
 
Muchas chicas buscan donde acceder a la práctica y terminan en sitios que las tratan de asesinas o las culpabilizan para que cambien de decisión o se martiricen si no pueden o no quieren continuar con un embarazo.
 
 
Francia no se quedó de brazos cruzados ante la hackeada conservadora del derecho a decidir y se legisló como un delito la obstaculización del aborto. Si un sitio parece neutral pero trata de cambiar la mentalidad o manipular a las mujeres para que no lleven adelante su decisión puede ser sancionado con multas de hasta 30 mil euros.
 
 
La nueva legislación defiende el derecho al aborto para que su implementación no se vuelva frágil frente a las estrategias de los grupos conservadores que encuentran formas de erosionar un derecho central en la liberación y autonomía de las mujeres francesas.
 
 
Los sectores anti derechos se oponen a la legalización del aborto. En Francia se penalizó la obstaculización del aborto y se decidió multar con 30 mil euros los sitios web que den información engañosa 
 
 
Si el Estado no culpa a las mujeres por abortar nadie puede hacerlas sentir culpables.
 
 
Otro obstáculo en la mayoría de los países es la objeción de conciencia. Ya que, aunque exista la ley, muchos médicos se niegan a practicar abortos de forma pública y, finalmente, si el derecho no cuenta con profesionales que apliquen la ley, queda vacío en la práctica.
 
 
Por eso, en Francia la objeción de conciencia está regulada (fue una concesión para que se aprobara la ley en 1975) pero puede ser personal y no institucional para que no se puedan desalentar los abortos, describen las fuentes jurídicas de la organización Fondation Des Femmes.
 
 
“Se penaliza si alguien impide el acceso a una persona a abortar”, subraya Cléa Le Cardeur, Comisaria para Asuntos Internacionales y Europeos del Consejo para la Igualdad entre las Mujeres y los Hombres. Ella remarca: “Hay sitios de desinformación que aparecen en las páginas web cuando se busca en Google información sobre aborto”.
 
 
Por eso, no se trata solo de legalizar el aborto, sino de controlar las estrategias de los sectores anti derechos que buscan obstaculizar la práctica.
 
 
La Maison des Femmes, en Saint Denis, es cálida e invita a hacer karate para que el cuerpo pueda expulsar el miedo y reapropiarse de la seguridad del equilibrio, la defensa y la seguridad o hablar en grupos de ayuda para no sentirse sola o divertirse en clases de baile. Y en cada puerta hay una mujer que se muestra. No es menor.
 
 
Las mujeres que hicieron historia le abrieron la puerta a otras mujeres para que puedan construir su propia historia. En una de las puertas está el poster de Simon Veil. Ella nació en Francia en 1927 y murió en 2017. En 1944 fue deportada a Auschwitz con su familia y con sus dos hermanas fueron las únicas sobreviviente del Holocausto de su familia. Su papá, su mamá y su hermano murieron por el nazismo.
 
 
En 1975 en su cargo de Ministra de Salud promulgó la ley de aborto legal. La lucha empezó antes y fue colectiva. En 1970 el Movimiento de Liberación de las Femmes comenzó la pelea por el aborto legal y para suprimir la ley, de 1920, que lo criminalizaba.
 
 
En Argentina el aborto tiene permisos por causales desde 1921, una trayectoria similar, pero que todavía no llegó al Siglo XX ni al XXI en la ciudadanía plena de las mujeres con derecho a decidir sobre su vida, su cuerpo, su salud, su procreación y su goce.
 
 
La historia del feminismo de la liberación se cruza con la de Argentina a partir de la dictadura militar de 1976 cuando muchas exiliadas se refugiaron en Francia y conocieron el feminismo francés que no era tan masivo en Sudámerica, en donde la gran preocupación era política pero sin perspectiva de género.
 
 
La abogada argentina, ya fallecida, Dora Coledesky fue militante política y obrera y se exilió en Francia. Ella fue una de las impulsoras de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito y defensora del derecho de las mujeres a ligarse las trompas y a acceder a anticonceptivos.
 
 
La Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito festejó el 13 de junio de 2018 la media sanción en al Congreso Nacional. Finalmente no fue aprobada en el Senado. Y en el 2020 va a volver a debatirse el aborto legal.
 
 
Ella contó que comprendió la importancia política de feminismo en Francia. Y que a partir del regreso de la democracia, en 1983, trajo las banderas y la teoría que conoció en Europa. Y esa bandera era –no casualmente- verde como la marea que ahora se expande por toda América Latina.
 
 
El 5 de abril de 1971 se impulsó, en Francia, el “Manifeste des 343” que reclamó el aborto libre y gratuito. “Je me suis fait avorter” tituló “Le Nouvel Observateur” la tapa con las 343 francesas que se habían animado a firmar el manifiesto, según se relata en el libro “MLF psychanalyse et politique 1968-2018, 50 ans de libération des femmes”, de la editorial des femmes.
 
 
Elisabeth Nicolini es una militante histórica del Movimiento de Liberación Des Femmes (MLF). Ella integra el colectivo de la editorial Des Femmes Antoinette Fouque (en homenaje a una de sus más importantes pioneras y teóricas) que continúan con su trayectoria en una galería de arte, librería y editorial que florece como un refugio en donde los avances encuentran su raíz y la lucha un remanso.
 
 
El 5 de abril de 1971 se impulsó en Francia el “Manifeste des 343” con el lema: “Je me suis fait avorter”. En Europa hace medio siglo que el aborto es legal.
 
 
Entre plantas, chocolates, cuadros y recuerdos Nicolini cuenta, con pasión y dulzura, cómo acogieron a mujeres que estuvieron presas, torturadas, desaparecidas o en búsqueda de sus hijos, hijas y nietos de Argentina, Chile y Uruguay en los setenta.
 
 
En 1975 se aprobó el aborto legal en Francia. En la Argentina en el 2020 se van a volver a debatir el aborto legal, seguro y gratuito. Hay casi medio siglo de diferencia. Pero la diferencia es tan clara como la vida y la muerte.
 
 
Y las puertas que se cierra. O se abren.
 
 
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