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Con la presencia del secretario de Cultura Víctor Robledo, el subsecretario de Artes y Gestión Cultural,  Nicolás Halkett, el coordinador de Medios Audiovisuales y Luis Zárate, se llevó a cabo el acto de cierre del Festival, que reunió a los protagonistas de los talleres y muestras.

El grupo de jovencitas que vinieron desde Catuna mostraron con mucho orgullo los cortometrajes que produjeron junto a la capacitadora Micaela Vidal, así como los chicos de la escuela privada Salvador Dalí ,que se capacitaron con Samira Karki y  Federico Carrizo que pasaron sus cortos en la pantalla grande del Espacio 73.

El jurado conformado por Hebe Estrabou, Esteban Echeverría y, Santiago Orsi, determinó a los ganadores en sus diferentes categorías. En la competencia Documental Latinoamericano, el primer premio fue para el corto “Río Das Lágrimas secas”, de la directora Saskia Sá un audiovisual brasilero elegido por “el tratamiento temático y narrativo que emplea para abordar la problemática de los pueblos de Brasil que denuncian el "crimen" medio ambiental de una empresa minera.

En la categoría Ficción Latinoamericana, el cortometraje premiado fue Piscina, del realizador  Leonardo Goddinho, valorado por el “concepto visual, por su tratamiento narrativo intimista y su búsqueda en el montaje, que logra un tratamiento metafórico, estético y técnico, proponiendo una pieza fresca e innovadora”.

Para la categoría Documental Nacional el corto premiado fue “Qué no daría yo por la memoria”, de  Tino Pereira premiado porque refleja la destrucción de la industria nacional durante la dictadura cívico militar, a través de una magnífica factura técnica y estética.

En esta misma categoría, el jurado otorgó una mención al documental “Se dice de ellas”, de An Belén Barragán, por los testimonios que a través de su relato construyen la situación que atraviesa un grupo social”.

En tanto, el primer premio para la categoría Ficción Nacional fue para “La Canoa de Ulises”, del director Diego Fió, seleccionado por su “impecable narración, tratamiento estético y fotográfico en un espacio inhóspito, que logra transmitir la conjunción entre la modernidad y las fuertes raíces tradicionales de la cultura originaria”.

En esta sección el jurado consideró otorgar dos menciones; la primera para el corto “La Virgen del agua”, de Joaquín Possetini, por la contundencia en la construcción de los personajes desde el guión y la solidez de las actuaciones, logrando reflejar un entorno social atravesado por una terrible situación.

La segunda mención destinada al cortometraje “Resistencia”, del riojano Alejandro Molina, apreciado por la problemática tratada, por la dirección de fotografía y los movimiento de cámara y el uso adecuado de las herramientas tecnológicas,  logrando un buen criterio estético.

Finalmente, en la categoría Adolescentes, el cortometraje ganador fue “El descuido”, realizado por alumnos del Colegio 18.

El jurado lo consideró el mejor, teniendo en cuenta “el uso de diferentes técnicas narrativas que logran contar la historia con un buen criterio dramático”.

 Finalmente, el premio CINEAR recayó también sobre el audiovisual “Qué no daría y por la memoria”,  de Tino Pereyra. El premio no es solo en dinero en efectivo sino también en una estatuilla y la emisión del corto en la plataforma CINEAR.