...Sin embargo, desde la jefatura de policía lo sancionaron a él, ordenando el traslado a Pagancillo.
Una gran polémica se desató dentro de la policía de la provincia, por lo sucedido en la dependencia policial de Villa Mazán.
Todo comenzó a partir del accionar del comisario Armando Britos, jefe de la comisaría de Villa Mazán, que denunció al segundo jefe, el Comisario Juan Manuel García y al agente Espeche, quienes estaban participando de una reunión, con ingesta de alcohol, junto a otras seis personas, violando así el aislamiento obligatorio.
A partir de ello, se inició una causa federal, pero finalmente la jefatura de la policía tomó una determinación en contra del denunciante, a quien sancionaron ordenando su traslado a Pagancillo.
“Un grupo de personas se reunieron en el domicilio de Espeche, violando la cuarentena. Hubo una trasgresión grave, más cuando los efectivos policiales tienen la obligación de impedirlo”, explicó Britos sobre los hechos, ante lo cual agregó que la fiscal federal Virginia Carmona ordenó la instrucción y el inicio de la causa penal. “No hubo una persecución. No pueden aducir desconocimiento de las medidas. Hubo una grave transgresión, que no me vengan a decir que hubo una persecución”, remarcó el comisario.
En el mismo marco, agregó que García fue advertido en varias ocasiones por el consumo de alcohol en la comisaría. “Ya lo habíamos apercibido en dos o tres ocasiones. Lo había hecho yo personalmente y también el jefe regional”, aclaró.
En cuanto a su cambio de destino, derivándolo a Pagancillo, remarcó que “hasta el momento no me notificaron la causal, no tengo la más mínima idea del motivo”.
Britos aseguró que “tengo mucha documentación y yo no puede dar mi versión, tiene que haber sido muy contundente la documentación que presentó García para que hayan dado crédito a una sola versión”.
En relación a una supuesta denuncia por problemas con el pago de adicionales, Britos lo descartó de plano, al manifestar que “si hay alguna sospecha sobre la legitimización de los adicionales, debería chequearse la información informática que es contundente”.
“No me dieron argumentos”, resaltó, al mismo tiempo que confirmó que la decisión de los cambios es tomada por el jefe de la policía, Rubén Garay. “Es la única persona que puede firmar los cambios de destino”.
“No puedo decir que no me han creído, porque ni siquiera me escucharon”, completó en relación a la insólita situación.