... la más alta autoridad católica del mundo, también. Así lo pudo comprobar un cura mexicano esta semana, y lo hizo en una circunstancia inesperada.
Miguel Domínguez, cura de la Parroquia de la Asunción en la comunidad de Jalostotitlán, en el estado de Jalisco, en el oriente de México y unos 111 kilómetros al noreste de Guadalajara, oficiaba una misa este martes cuando fue interrumpido por el timbre de su teléfono celular.
El párroco, con cara de sorpresa, interrumpió su lectura de la biblia. Con un gesto se disculpó con los fieles que habían asistido al recinto, dio la media vuelta y recibió la llamada mientras entregaba el micrófono que usaba hasta entonces a uno de sus asistentes. El silencio inundó la capilla.
El párroco acercó el celular al micrófono para que los feligreses escucharan al Papa Francisco (Foto: Captura de pantalla)
Medio minuto después, el cura llamó al asistente al interior del despacho al que había entrado y le pidió el micrófono de regreso. Salió desde otra puerta y acercó su celular para que todos pudieran escuchar a su interlocutor, que portaba un inconfundible acento argentino: se trataba del Papa Francisco.
“Todavía aguanto”, dijo el Papa. “Qué bueno, ¿cómo están sus pulmones?”, preguntó el cura. “Bien, gracias a dios, muy bien, ¿qué estás haciendo ahora?”, reviró Francisco. “Me estoy preparando para la misa”, indicó Domínguez.
Pero la autoridad religiosa se refería a otra cosa. “No, pero vos, ¿qué trabajo tenés?”, indagó. “Ah, soy párroco”, respondió Domínguez con una sonrisa nerviosa. “En una parroquia de mi diócesis y encargado de cultura, ¿cómo ve?”, añadió.
El cura mexicano no pudo ocultar su alegría tras la llamada
Dale mis saludos a tus feligreses, eh. Y bendiciones y que recen por mí. Que dio te bendiga mucho
El cura le mandó un abrazo de parte de sus correligionarios y de su familia. “Me acuerdo mucho de vos”, finalizó Francisco, para después despedirse con las fórmulas clásicas.
“Disculpen", aseguró Domínguez, de regreso al púlpito y con una sonrisa que denotaba una clara sensación de satisfacción. “Pues le damos un aplauso al Papa, ¿no?”, pidió. La gente respondió con una ovación de inmediato. “Se toma el tiempo de llamar y de saludarlos. Que nos sintamos fortalecidos por eso", concluyó.
El momento fue captado por las cámaras que suelen transmitir por Facebook las misas para aquellos fieles que no pueden asistir, sobre todo en en plena pandemia, en la cuan se han implementado estrictas medidas de distanciamiento social.
“Fue gran sorpresa una bendición muy especial para nuestra gente de ‘Jalos’, bendecidos. La cara del señor cura al ver la llamada dice todo, era una gran sorpresa. Bendiciones, padre, desde Vallejo, California. Se me enchinó la piel nomás de oír al santo papa”, se puede leer en los comentarios del video.
Francisco celebró este lunes por primera vez desde principios de marzo la primera misa permitida con fieles en la basílica de San Pedro
Otra persona coincidió. “Fue una gran sorpresa y confusión que interrumpiera (la lectura) del Evangelio, pero valió la pena. Saludos. padre. Dios le siga guiando para que, con su buen ejemplo, lleguemos un día felices con nuestro señor Jesucristo”, señaló.
El papa Francisco celebró este lunes la primera misa en la que se permitió el ingreso de fieles desde la implementación de las medidas de confinamiento en el Vaticano. Estuvo dedicada al centenario del nacimiento de Juan Pablo II, en la basílica de San Pedro, que también abrirá esta semana a los visitantes tras 69 días de cierre.
La basílica permanecía cerrada a fieles y visitantes desde el 10 de marzo cuando se decretó el cierre total de Italia debido a la pandemia y el Vaticano también aplicó estas medidas. Sólo se habían celebrado los ritos de la Semana Santa con la presencia del Papa -sin fieles- y rezado cada día el rosario.
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