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...la maestra de la Patria y las consecuencias de sus posturas en la educación. La disertación se pudo seguir en vivo por Facebook live del Ministerio de Educación. 

 

 

Rosana Elizabeth Ponce, es Magister en Pedagogía Critica y Problemáticas Socioeducativas, recibida en la UBA, Lic en Ciencias de la Educación, Lic en Educación Inicial, Profesora asociada en la Universidad de Moreno, profesora Adjunta en la Universidad de Lujan y Profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. La profesora fe presentada por la secretaria de Gestión Educativa, Zoraida Rodriguez y la directora General de Nivel Inicial, Liliana Diaz, en el marco de las actividades en homenaje a Rosario Vera Peñaloza.

 

 

"Rosario desde chica estuvo vinculada a la educación, su tía quién la crió después del fallecimiento de sus padres, era docente del pueblo y a ella le gustaba las letras", comenzó la investigadora quien consideró que en ese momento los docentes no eran recibidos. Ella se recibió como docente de primaria y por su calificada formación  rapidamente le llegó el ofrecimiento de un cargo "pero lo rechazó porque consideraba que un docente primero debía tener experiencia para luego llegar a lugares ejecutivos". 

 

 

Su primer trabajo fue en Paraná, las maestras jardineras ya estaban cuando ella llegó, se llamaban kinder garden porque venían de Estados Unidos junto a Sara Eccleston quién había fundado el primer jardín de infantes en esa provincia. En este sentido, recordó que el primer jardín en La Rioja fue en la escuela normal y fue fundado por ella en 1900. "No se puede constatar si ella fue la primera maestra jardinera, no estaba la carrera en ese momento pero si estableció un fuerte vinculo con Eccleston".  "Rosario hizo un gran esfuerzo para poder conciliar las corrientes pedagógicas y filosóficas que había aprendido, si bien tenía rasgo que denotan que fue formada  por el normalismo". 

 

 

Una figura que ella respetada mucho era Froebel, a quien destacó sus elementos de juegos y por eso decía que "los docentes tenían que llegar a ser creadores de su material y la manipulación de estos en los niños. En ese tiempo en Argentina se consideraba la educación a partir de los 7 años".

"Ella decía que un niño aprende cuando empieza a trabajar y por eso insistía en el trabajo manual, se perfeccionó en los trabajos manuales y lo propone en las escuelas normales", dijo y continúo Ponce: "En ese momento los padres y la sociedad no entendían esto y consideraban que los niños se volvían más inquietos. Ella proponía cambios fuertes".

 

 

La maestra de la patria también tuvo sus momentos oscuros, cuando era directora en Córdoba, en la escuela Roque Sanz Peña, y el ministro era José S. Salinas. "Ella tuvo un conflicto porque querían imponerle una vicedirectora que era una docente recién recibida, comenzó a escribir justamente porque  pensaba que la falta de experiencia en los cargos ejecutivos no eran bueno para el sistema y termina renunciando". "Aunque fuentes dicen que tuvo una cesantía, y no vuelve a trabajar en nada del sistema público".  

 

 

En estos años, Rosario ya era una figura y en el gobierno de Marcelo T. De Alvear le ofrece una cargo como inspectora de enseñanza secundaria, normal y especial, en el 1924. "Es un modo de desagravio porque Rosario, que se había quedado cesante generó repercusión". "Estos años se encuentra de nuevo con un sistema burocrático y con pocas posibilidad de generar los cambios que ella quería y decide irse". 

 

 

 "Ella escribía mucho, participaba en sociedades populares de educación y viajaba, tuvo logros muy importantes como creación de institutos, elaboración de planes de estudio y acciones que vinculaba las familias con la escuela, quería que los chicos vayan a la escuela", remarcó Ponce. "Había muchos niños que en esa época no iban a la escuela y trabajaban".  

 

Ponce, resume que sus últimos días eran realizando cursos para docentes. "Rosario nos invita a pensar en el acercamiento entre la experiencia y el conocimiento y que uno sin el otro no llegan a  concretar el aprendizaje, también a pensar en lo afectivo  y sobre todo deja en los docentes la iniciativa de manifestar en los alumnos verdaderos valores de vida", finalizó.