04 JUL | 13:10

UTN y su "modelo exitoso en pandemia"

Cuando se habla de Educación virtual, tal como indica su definición, nos referimos a escenarios donde el proceso de Enseñanza y Aprendizaje se desarrolla a través de internet o el ciberespacio.
Si bien, los sistemas  educativos estuvieron influenciados en los últimos años por estos nuevos entornos tecnológicos de aprendizaje, es esta Pandemia de alcance global, la responsable de masificar estos nuevos escenarios pedagógicos.
 
 
La Educación virtual vino para cambiar el Paradigma en el proceso de Enseñanza y Aprendizaje y también como soporte a la presencialidad en este contexto de aislamiento social. Vino para instalar un nuevo modelo o proceso más centrado en el Autoaprendizaje de los estudiantes, donde la “autogestión del conocimiento” es la pieza clave y asigna un nuevo rol al docente, vinculado más con el acompañamiento, la tutoría, la mediación y la guía en los procesos de aprendizaje de sus alumnos. Su tarea es clave, ya que los recursos tecnológicos, las Plataformas, el Teletrabajo, la Teleducación complementan su actividad pero no la sustituyen. Es importante en este sentido apostar además, a la “Innovación Metodológica” como herramienta de este cambio.
 
 
Por otra parte, el conocimiento hoy ya se encuentra disponible, accesible y actualizado en tiempo real en grandes bancos de datos como el BIG DATA, cada vez más arraigado a los diversos Sistemas Educativos del planeta. Hoy el desafío se encuentra en generar los medios y las competencias tecnológicas para que nuestros estudiantes puedan acceder a este conocimiento elaborado.
 
 
Las computadoras portátiles y teléfonos móviles de última generación, son recursos tecnológicos que, con una adecuada conectividad deben venir asociados a Plataformas y Portales Educativos y a una buena capacitación docente, de manera de implementar una propuesta pedagógica virtual de calidad, que permitan desarrollar competencias educativas en todos los niveles del sistema. Estos recursos, deben estar organizados, desarrollados didácticamente con herramientas pedagógicas sincrónicas y asincrónicas, de manera que permitan la interacción permanente de los estudiantes con el conocimiento, como así también emular experiencias del mundo real por medio de simuladores y laboratorios virtuales, hoy también por medio de laboratorios remotos u otros programas de aplicación de contenidos, que permitan contextualizar los conocimientos adquiridos.
 
 
Hoy en los Sistemas Formativos Virtuales, tan heterogéneos en sus actores en cuanto a formación y acreditación de competencias educativas y digitales, es importante rescatar la “amigabilidad” de los entornos de aprendizaje, que por otra parte deben ser visualmente atractivos y flexibles, de manera que permitan el trabajo colaborativo y en equipo de sus involucrados. Por otra parte, la evaluación continua propia de este modelo pedagógico, es un recurso que asegura la mejora permanente de los procesos involucrados.
 
 
Otro factor importante a tener en cuenta, es la cultura humanizante que el docente debe plantear en el desarrollo de este formato educativo: la empatía, la contención emocional y psicológica, la motivación y la inspiración que deben ser los condimentos esenciales en este sentido.
 
 
Este nuevo Sistema Virtual de aprendizaje, exige también la actualización permanente de saberes y competencias digitales de todos sus actores involucrados, siendo esta actualización continua y cíclica en el tiempo. Incorpora además, nuevos recursos tecnológicos a los salones educativos, como así también, esta pandemia ha planteado nuevos formatos presenciales de clase y una nueva cultura institucional que hace fuerte hincapié en las medidas de salud e higiene de sus actores.
 
 
El nuevo individuo pos pandemia, debe ser una persona atenta a los cambios, receptiva e involucrada en las necesidades sociales, resiliente a la hora de conseguir objetivos y comprometida con los resultados educativos, como medio ineludible de transformación y desarrollo social y productivo.
 
 
Como se dijo anteriormente, otro recurso o herramienta de este modelo virtual de aprendizaje, son las Plataformas Educativas, que son Sistemas que permiten la interacción de diferentes aplicaciones bajo un mismo entorno y vincula de forma sincrónica o asincrónica a los usuarios: docente-alumno, docente-docente, alumno-alumno.
 
 
Podemos encontrar Plataformas de software libre y gratuitas (como la Moodle) y otras Pagas, desarrolladas por empresas que ofrecen algunas ventajas, sobre todo para quienes son nuevos en estos entornos, ya sea por la facilidad de acceso a contenidos o por las interfaces gráficas y/o customización o personalización de sus recursos.
 
 
La UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA NACIONAL – UTN, es la Institución Educativa más federal del país. Supera los 95 mil estudiantes de pregrado, grado y posgrado, con aproximadamente 10 mil docentes y cuenta con 30 Facultades Regionales ubicadas en distintas provincias y ciudades, Rectorado y el Instituto Nacional Superior del Profesorado técnico.
 
 
Esta dispersión geográfica, no fue impedimento para que su Sistema Universitario migrara rápidamente a propuestas de Educación Virtual, de manera de respaldar la presencialidad de las clases, con un nuevo formato que permitiera por un lado, continuar los procesos formativos ante cualquier eventualidad como en este caso sanitario, y por el otro, de potenciar este nuevo Paradigma o Modelo digital o tecnológico, garantizando las trayectorias educativas de sus estudiantes.
 
Dentro de sus recursos tecnológicos y digitales, la UTN cuenta con una Plataforma Moodle Institucional, aunque algunos docentes utilizan otras como Google Classroom y Edmodo en menor medida. Dentro de sus herramientas sincrónicas utiliza Videoconferencias por Zoom, donde las asignaturas de gran cantidad de alumnos son respaldadas por cuentas PRO. Se utilizan además otras aplicaciones como Jitsi-Meet y Microsoft Teams.
 
Mariana Freire, Directora de Sector Público de Microsoft Argentina, destacó recientemente la transformación digital de la UTN en el contexto de Pandemia, donde afirmó “El caso de UTN, demuestra como las universidades con grandes cantidades de estudiantes y docentes, pueden avanzar en procesos de transformación digital en el plano educativo. De este modo, los miembros de la Universidad han podido seguir trabajando, estudiando, investigando, rindiendo finales y hasta recibirse de manera virtual”. Hoy el universo poblacional universitario de UTN cuenta con Office 365, que incluye correo institucional, todas las aplicaciones de Office en su última versión (Word, Excel, Power Point, entre otros), 1 terabyte de espacio de almacenamiento en la nube, Teams, Streams, Forms, entre otras soluciones.
 
Hoy las nuevas herramientas digitales, exigen de recursos económicos que no tienen todos los sectores sociales. Contar con una PC, una notebook, netbook, tablet o teléfono móvil con acceso a internet, ya es por demás una barrera más que importante, a la hora de implementar los entornos virtuales como herramienta de aprendizaje. Sumamos a esto la capacitación en competencias tecnológicas y digitales de sus actores. Esto hace que solo los sectores más favorecidos puedan acceder a estos recursos, generando en el Sistema Educativo una situación de inequidad y fomentando la brecha digital o tecnológica, y consecuentemente una brecha social y educativa.
 
La falta de igualdad de oportunidades en los sistemas sociales genera una segmentación cultural y educativa, genera falta de inclusión a un Proyecto de Vida exitoso de sus individuos, con desarrollo y movilidad social. Por otro lado, produce una disminución sustancial en el capital humano productivo de una nación, siendo hoy además, el capital del conocimiento la herramienta asociada a ese capital humano, tan necesaria para el desarrollo sostenible de un país, en un mundo globalizado.
 
Creo firmemente, dentro del contexto político Latinoamericano que nos involucra, que el Estado debe generar las políticas públicas en este sentido, para lograr la ecuación de equilibrio de todo el sistema, que permita la inclusión social y educativa, la equidad e igualdad de oportunidades y un Estado presente con políticas activas claras en este sentido, pero de largo plazo y enmarcadas dentro de un desarrollo estratégico Nacional.
 
Creo también por otro lado, que las Instituciones Privadas, Empresas o Asociaciones Civiles, deben trabajar de manera complementaria a estas políticas públicas, porque en definitiva son las destinatarias de los recursos humanos formados para el mundo del trabajo y la producción.
 
Quizás hoy el desafío más trascendente de Latinoamérica y de los países emergentes, sea la de lograr calidad sobre la base de la equidad y la de disminuir la brecha digital, que afecta sobre todo a los sectores más vulnerables de la sociedad. Superado esto, encontrar un sistema educativo vigente, acorde a las necesidades socio-productivas, y a los desarrollos científicos e innovaciones tecnológicas, debe ser nuestro norte.

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