Sobre este programa, el ministro de Producción y Ambiente, Fernando Rejal expresó que “ante la pandemia no se puede comercializar la carne de cabrito y sus derivados, con los inconvenientes que ello significa en lo económico y en el circuito de producción en general”.
Mientras que el subsecretario de Producción Caprina y Ovina, Raúl Alejandro Quintiero, señaló sobre el Programa Integral de Desarrollo Caprino y Ovino que “con un acertado criterio el gobernador Quintela y el ministro Rejal decidieron en el marco de acciones prioritarias, este programa que contempla la faena con óptima sanidad con establecimientos acondicionados en Sanagasta, Chepes, Chañar y Chamical”.
“Hay una definición político-institucional que a partir de ahora el cabrito con nombre de origen se llamará ´Cabrito Mamón Riojano´, identificando la producción de la provincia con ese sello defendiendo la calidad y la comercialización”.
Cabrito mamón riojano
Uno de los productos que se viene trabajando a partir de las nuevas tendencias alimenticias, es la producción del Cabrito Mamón Riojano, bajo en grasas y en ácidos saturados, pero además se destacan beneficios como: ayuda al desarrollo muscular de los deportistas; gran aporte de proteínas; no contiene hidratos de carbono.
Además al tratarse de una carne baja en grasas, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares; refuerzas el sistema inmunitario; posee nutrientes antioxidantes; mejora la absorción de calcio fortaleciendo los huesos; es un regulador natural de la calidad nutricional; aporta vitaminas y minerales; no posee grasa dispersa en el interior del músculo; pequeña cobertura de grasa evitando que se deshidrate; excepcional terneza en los cortes.
Se trata de una carne de origen que garantiza sistema de crianza y terminación (faena), con identidad de buen sabor, terneza, adecuada cantidad de grasa, jugosidad, con estricta salubridad y calidad para su comercialización.