Dolores tiene 46 años y se convirtió en la primera paciente en la provincia de Tucumán que cumplía con las condiciones médicas para recibir transfusión de plasma para el tratamiento de COVID-19.
En contacto con Medios Provincia contó que ella y sus dos hijos viajaron desde Buenos Aires el 7 de junio en un colectivo de repatriados, donde se produjeron múltiples contagios de COVID-19.
"Mis hijos fueron asintomáticos, a mi se me complicó porque tengo asma. Tenía dolor de garganta, de espalda, cuando salió positivo el hisopado nos llevaron al hospital, allí me dijeron que en Tucumán tenían plasma y si yo estaba dispuesta a que me realizaran la transfusión, acepté y allí empecé a mejorar, después del plasma soy otra persona", comentó María.
"Es una situación difícil, pero es bueno saber que uno tiene la contención de los médicos. Yo tuve todos los cuadros de coronavirus, y hoy estoy bien. Soy donante de plasma, y junto a mi hijo estamos a disposición de quien lo necesite", contó la mujer.