El Índice de Confianza del Consumidor, medido por la Universidad Di Tella (UTDT), cayó un 3,3% mensual en julio. El período analizado coincide con el endurecimiento de la cuarentena en algunas regiones del país. Las expectativas respecto a la situación económica personal en los próximos meses y un pronóstico negativo para la macroeconomía argentina, fundamentalmente en el corto plazo, explicaron la mayor parte de la baja.
La encuesta contó con una muestra de 1.202 casos, cuyos datos reflejaron que el subíndice de situación personal retrocedió un 5,7% respecto de junio. Bajo las condiciones actuales, en comparación con un año atrás, mostraron un descenso del 4%, mientras que las proyecciones para el próximo año exhibieron un deterioro del 6,7%.
Por su parte, respecto a la confianza sobre la macroeconomía, se observó una fuerte contracción, del 9,8%, en las esperanzas de corto plazo. Paralelamente, la perspectiva de largo plazo apenas bajó un 1,1%.
Por otro lado, los participantes se mostraron más predispuestos a comprar inmuebles y bienes durables, como electrodomésticos y automóviles, en un contexto en el cual se prevé una mayor cantidad de ofertas. En conjunto, este subíndice mostró un ascenso mensual del 4,3%.
En términos regionales, el mayor pesimismo se percibió en el Gran Buenos Aires (GBA), donde la situación personal de sus habitantes tuvo una reducción del 10,8% y las previsiones macroeconómicas de corto plazo mostraron una caída del 18,9%. Por el contrario, en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y en el interior del país, se anticipó un panorama menos desolador.
Finalmente, el Centro de Investigación en Finanzas de Di Tella, dirigido por Ernesto Schargrodsky, remarcó que la pérdida de confianza del consumidor se produjo por las expectativas negativas para el futuro, mientras que las condiciones presentes se mantuvieron casi estables. El relevamiento se realizó entre el 1 y el 14 de julio, período que coincidió con la marcha atrás del Gobierno en las aperturas a la movilidad.