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.. a refacción, ampliación y construcción de viviendas. Las líneas que ya fueron abiertas para la inscripción online fueron las de refacciones, con créditos personales que van desde los $50.000 hasta los $500.000. El resto, estarán disponibles a partir de septiembre y octubre. En las primeras horas, ya hubo 16.000 inscriptos y más de 100.000 visitas.

 

 

El relanzamiento del programa trajo varios cambios con respecto a las versiones anteriores. El plan fue lanzado en 2012, durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y luego retomado en la gestión de Mauricio Macri, con varias diferencias. Esta versión 2020 retoma las ideas del plan original de 2012, con foco en créditos para la construcción y desarrollos urbanos propios y no para la compra de viviendas ya terminadas.

 

 

Una vez que se supere la cantidad de inscriptos en cada línea, la adjudicación de los créditos se realizará a través de un sorteo. Sin embargo, desde el ministerio adelantaron que se irán abriendo nuevas inscripciones.

 

 

Aquí los detalles del nuevo plan:

 

Créditos hipotecarios

 

Montos: Las líneas de créditos para la construcción serán lanzadas en forma escalonada entre septiembre y octubre. Habrá créditos para construir en lotes propios (que deben haber sido adquiridos antes), para adquirir lotes y para los desarrollos urbanos impulsados por el ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.

 

El monto de los créditos hipotecarios aun no fue definido, pero se tomará en cuenta el valor total para la construcción de una vivienda de 65 metros cuadrados. El ministerio ofrecerá entre ocho y diez modelos de viviendas para elegir. Serán acreditados en cuentas del Banco Hipotecario.

 

“Los lotes deben haber sido adquiridos antes del anuncio del Procrear para evitar la especulación y que los valores se vayan por las nubes”, detalló Luciano Scatolini, subsecretario de Política de Suelo y Urbanismo.

 

Fórmula de actualización: Otro cambio importante es la fórmula de actualización de los créditos. En los años anteriores, la actualización se realizaba con la fórmula UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) que se ajusta cada mes de acuerdo al CER, atado a inflación que mide el Indec. Los nuevos créditos, en tanto, se actualizarán con la fórmula Hogar que sigue la evolución de los salarios a través del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) más CER con un tope del 2%. “En el caso de que durante algún mes la evolución de los salarios le gane a la inflación, se actualizará por CER con ese tope del 2%”, precisó Scatolini.

 

Según explicaron desde el ministerio, la fórmula será actualizada en base a la evolución de los salarios más una tasa, que arrancará en 0,5% y dependerá del nivel de ingresos de los que soliciten el crédito.

 

Créditos disponibles: El programa incluirá 30.000 créditos para la construcción de viviendas en todo el país; 4.000 créditos para viviendas multifamiliares en desarrollos de edificios consolidados; y 10.000 en desarrollos urbanísticos y de conjuntos de viviendas en predios Procrear.

 

 

Los créditos hipotecarios estarán destinados a viviendas de 65 metros cuadrados

Créditos personales para refacciones

 

Montos: Los créditos personales para las pequeñas mejores y refacciones serán de $50.000 (microcréditos), $100.000, $250.000 y $500.000. Algunos de los requisitos para acceder al crédito: tener entre 18 y 68 años y un año de antigüedad laboral.

 

Devolución y cuotas: Los plazos de devolución de los créditos personales van desde los 60 meses para los microcréditos de $50.000 hasta 180 cuotas, según el monto recibido. El dinero se acredita en una cuenta del Banco Hipotecario.

 

El relanzamiento del Plan Procrear fue realizado el martes por el presidente Alberto Fernández, la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, y la Directora Ejecutiva del Anses, Fernanda Raverta. El programa implicará una inversión de $25.000 millones y prevé la adjudicación de 300.000 créditos para construcción, ampliación y refacción de viviendas. La proyección es que se construyan 44.000 nuevas viviendas.

 

“Es lógico que el esfuerzo salga de los fondos públicos. En la gestión de Cambiemos, el Estado era un intermediario entre la demanda y los bancos”, explicó Scatolini.

 

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