19 AGO | 17:30

Quieren instalar puestos en la rambla de Mar del Plata

Polémica en Mar del Plata: rechazo de la comunidad a la propuesta de Juan Grabois de instalar puestos de frutas y verduras en plazas y paseos costeros. El martes 18 de agosto dos legisladores ...
...del Frente de Todos presentaron ante el Concejo Deliberante un proyecto para ampliar los permisos de puestos callejeros en espacios públicos de la ciudad balnearia. Los argumentos de los autores de las medidas y las posiciones de vecinos y comerciantes.
 
 
 
El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-UTEP) del dirigente social Juan Grabois presentó un proyecto que ya despertó el rechazo de vecinos y comerciantes de Mar del Plata. La iniciativa, que fue calificada como polémica, contempla la ampliación de permisos para la instalación de puestos de comercialización de frutas, verduras y hortalizas en las principales plazas y en los paseos costeros de la ciudad balnearia.
 
 
El expediente fue comparecido el martes en el Concejo Deliberante por los legisladores locales del Frente de Todos Sol de la Torre y Roberto Gandolfi. La propuesta tiene como premisa actualizar la Ordenanza 11.919, vigente desde 1998 y cuya legislación regula la actividad. Aunque la propuesta fue presentada hace pocas horas, durante el último fin de semana se percibió la potencialidad del escenario en caso de aprobarse la medida: en algunas esquinas marplatenses sorprendió la instalación arbitraria e irregular de algunos puestos ambulantes.
 
 
Los autores de la propuesta explicaron que el proyecto surge de un proceso de articulación e intercambio entre los trabajadoras de la rama fruteros del MTE y el bloque de concejales del Frente de Todos. La intención –aseguran– es promover un ordenamiento de la actividad en comunión con el municipio. En lenguaje inclusivo, la concejal Sol de la Torre argumentó: “La iniciativa fija zonas autorizadas para la instalación de puestos, ordena el pago de un canon anual, regula la extensión de los permisos y promueve la inscripción de les trabajadores en un Registro de Permisionarios, en el que todes deberán tener Monotributo Social y un curso hecho de manipulación de alimentos”.
 
 
Desde el entorno del intendente municipal detallaron que los vecinos y los comerciantes están "en llamas" con la propuesta presentada en el Concejo Deliberante
 
Según los propulsores de la norma, la modificación de la ordenanza también establece que el puesto debe asentarse a una distancia no menor de 150 metros de un comercio habilitado con anterioridad para la explotación del mismo rubro. Y advirtieron que habrá sanciones para quienes incumplan los lineamientos de la propuesta. Uno de los anexos habla de “puntos de comercialización” que exceden el radio delimitado por la ordenanza vigente: allí recae el principal rechazo al proyecto de ordenanza.
 
 
La reprobación de la iniciativa supera la idea de competencia desleal entre los comerciantes y los puesteros, un conflicto que es intrínseco a muchos centros comerciales del país. El rechazo lo inspiró la distribución de “puntos de comercialización” en plazas, polideportivos y paseos costeros de La Feliz. Los impulsores alegan la necesidad de imponer una “política de alimentación saludable” de parte del gobierno municipal. Los vecinos y comerciantes, en cambio, desestimaron ese argumento.
 
 
Voceros del Ejecutivo cercanos al intendente del partido de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, le reconocieron a Infobae que no van a respaldar la propuesta. Los concejales del oficialismo rechazarán la aprobación de la iniciativa que impulsa el dirigente social Juan Grabois. Hoy por la mañana hubo una reunión de comerciantes donde se buscó homogeneizar la posición: coincidieron en el rechazo bajo el razonamiento de las cargas y las reglamentaciones impositivas que deben respetar para mantener los locales abiertos.
 
 
Desde la Rama Fruteros del MTE-UTEP informaron que hay alrededor de 60 puestos integrados por entre 100 y 120 personas, pero muchos más los existentes, por lo que urge una actualización de la legislación que establece un máximo de 68 puestos en una zona delimitada de la ciudad
 
 
La negativa de los vecinos hace alusión al uso del espacio público. Como los comerciantes, también se reconocen enojados: temen que las plazas se transformen en ferias en una coyuntura donde la pandemia obliga a disponer de amplios lugares al aire libre para celebrar los encuentros sociales que no son recomendados en ambientes cerrados. Creen que se generaría un desorden en la vida urbana de espacios que son íconos de la ciudad, que afectarían el criterio de esparcimiento de las plazas y que los puestos de venta de verduras, frutas y hortalizas no contribuirían al sentido sanitario y social con el que fueron concebidos algunos sitios, pensados como ciclovías o arterias peatonalizadas.
 
 
Mario Baldino, titular de la Asociación de Fruteros Marplatenses, manifestó su desagrado y sorpresa por la iniciativa. “Que alguien pueda irrumpir en forma anárquica diciendo que se va a parar a vender frutas y verduras en las plazas nos provoca absoluto rechazo. Es desproporcionado porque no miden las consecuencias en un sector que pagamos impuestos y damos trabajo. Que ahora venga alguien que baje mercadería quién sabe de dónde y en qué condiciones es insólito y queda totalmente fuera de lugar”. “Queremos una ciudad controlada y no anárquica. Le pido al intendente, a las autoridades y a todos los que queremos una Mar del Plata mejor que rechacen esta iniciativa, que no permitan semejante atropello”, remarcó en diálogo con Infobae.
 
 
Los puestos callejeros serían instalados en las plazas España, San Martín, Pueyrredón, Colón, Mitre, Rocha y del Agua, en el paseo costero y en los polideportivos municipales. “Es un claro avance sobre la vía pública y la evasión impositiva”, interpretó el ex concejal Hernán Alcolea en declaraciones a CNN Radio Mar del Plata. “¿Qué opinan aquellos que tienen comercios que cumplen todos los requisitos? ¿La municipalidad no estaría discriminando? Los artesanos están también manejados por los supuestos movimientos sociales, algunos con ordenanzas incumplidas o vencidas en el tiempo. Incluso por lo bajo denuncian que les cobran estadía, generando una municipalidad paralela. En definitiva, un Estado paralelo de la calle, que genera muchos recursos para sostener a los piqueteros. Eso sí, tienen palabra, vienen por todo”, agregó.
 
 
infobae.com

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