Indice de atracción global 2020, ranking de sostenibilidad. En rojo, los países de "bajo atractivo" (Fuente: The European House-Ambrosetti Elaboración de Datos 2020)
La Argentina volvió a aparecer entre los peores lugares del mundo para atraer inversiones y fue uno de los países que más posiciones descendió entre 2019 y 2020, según el Indice de Atracción Global (GAI, según sus siglas en inglés) que realiza todos los años The European House Ambrosetti.
De acuerdo con el índice, el país cayó del lugar 73 –de 144– que tenía el año pasado a la posición 92 en el ranking del 2020, con una posición crítica en materia de sustentabilidad, índice que expresa la capacidad futura de un país para permanecer competitivo.
Según remarcó el informe, el Índice de Atracción Global se destaca por su estabilidad. Solo 15 países (10,4% del total) tienen una variación de más de 10 lugares, entre los que se encuentran, además de la Argentina, Panamá, Trinidad y Tobago, Argelia, República Dominicana, Macedonia, Costa Rica, Cabo Verde, Ghana, Mauritania, Mozambique, Libia, Tanzania, Myanmar y Tayikistán. Todos estos países están clasificados por debajo del puesto 65.
“Esta evidencia estadística está ligada a la naturaleza intrínseca del concepto de atractivo, que no se puede cambiar a través de acciones puntuales y con medidas de corto plazo, sino que requiere una acción de gran alcance, planificación y estrategias. Además, la naturaleza relativa del Índice significa que para que un país mejore su ranking, no solo debe crecer, sino crecer más rápidamente que los demás. La combinación de estos elementos da saltos repentinos de un año a otro”, precisa el documento.
La lista completa: Argentina en el puesto 92 de 144
También existe un alto nivel de correlación entre el GAI y la Inversión Extranjera Directa (IED) en un país. Este elemento es una confirmación más de la calidad del Índice en la medición del atractivo de un país. De hecho, cuanto más atractiva sea una nación, mayor será el flujo de inversión extranjera directa entrante, remarca el informe.
El GAI mide el atractivo de un país utilizando una variedad de indicadores. Específicamente, adopta un enfoque de análisis que es principalmente económico y analiza el atractivo desde una doble perspectiva: la interna, que es la capacidad de retener recursos ya presentes en el país; y el externo, que refiere a la capacidad de atraer nuevos recursos del exterior.
En materia de dinamismo, la Argentina tiene una posición crítica, mientras que en cuanto a la sustentabilidad, el país se ubica entre los que tienen un nivel bajo
El índice general está compuesto de tres índices más específicos: el de Posicionamiento, que proporciona una imagen detallada del atractivo de cada país; el de dinamismo, que describe las tendencias a mediano plazo del atractivo de un país; y el de sostenibilidad, que expresa la capacidad futura de un país para permanecer competitivo.
En materia de dinamismo, la Argentina tiene una posición crítica, mientras que en cuanto a la sustentabilidad, el país se ubica entre los que tienen un nivel bajo, de acuerdo con el informe. Este último es un intento de capturar elementos relacionados con la resiliencia de una economía, como la esperanza de vida al nacer o nivel de “tranquilidad”; aspectos de vulnerabilidad potencial, como la población en riesgo de pobreza y la relación deuda/PIB.
Argentina también se ubica muy atrás respecto del resto del mundo en educación financiera
El Índice también incluye variables que son principalmente económicas, como la tasa de inflación, así como también otras que reflejan la calidad de vida de la población, como por ejemplo, los años promedio de asistencia escolar. La presencia de un país en el rango de clasificación más alto no necesariamente significa que tendrá un alto índice de sostenibilidad. Un claro ejemplo de esto es China, séptimo en la clasificación general de GAI 2020, pero ubicada entre las más bajas (130) en términos de sustentabilidad.
Por otra parte, un elemento que por un lado asegura la solidez de un sistema económico y además es un motor para su desarrollo está representado por la educación financiera de sus ciudadanos. Los ciudadanos con educación financiera invierten de manera responsable, contribuyen a la solidez de los sistemas y aumentan su poder adquisitivo. Sin embargo, en este tema la Argentina también se ubica muy atrás respecto del resto del mundo, junto con por delante de Italia y Arabia Saudita, pero por detrás de India, Brasil, México, entre otros.
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